Cómo asegurarte de que 2016 sea el mejor año de tu vida

Se me ha echado el tiempo un poco encima para este post, pero no quería dejar pasar este 31 de diciembre sin compartir contigo algunas propuestas para planificar tus propósitos como un profesional (¿pro-pósitos? Jijiji).

En este post quiero compartir contigo 5 ideas, 5, que quizá nunca te habías planteado al establecer tus metas para el año nuevo. Además, al final encontrarás una guía que incluye estas ideas y que te lleva paso a paso por todo el proceso (masticaíto pal niño, como decía mi profe de inglés) para que 2016 sea un año fantástico de verdad.

5 ideas para establecer tus metas de año nuevo

1. Recicla tus metas de 2015

Una de las razones por las que mola proponerse objetivos en Año Nuevo es que disfrutamos de la ilusión de que empezar algo nuevo será más fácil que terminar lo que hemos dejado a medias. «Vale, no me funcionó apuntarme al gimnasio porque solo fui tres meses, así que este año probaré con el punto de cruz»; o «no conseguí dejar de fumar, así que mejor me propongo dejar Facebook«.

Sin embargo, si los propósitos de 2105 realmente te importaban y te los has dejado a medias, persistir en ellos será mucho más sencillo que inventar y lograr otros nuevos. Como decía Edison, has descubierto cómo no fabricar una bombilla, es decir: tienes mucha información sobre cómo no conseguir tu propósito. Utiliza esa información para refinar el proceso este año y prever dificultades.

Por ejemplo: en mi caso, en 2015 me propuse levantarme temprano (a las 7) de forma consistente. Sin embargo, en todo el año no creo haberlo conseguido más de 2-3 meses. ¿Sigue siendo importante para mí levantarme temprano? Sí, porque quiero terminar de trabajar pronto y tener las tardes más despejadas. Pero ahora he descubierto los obstáculos que se me presentan cuando lo hago:

• Si me acuesto tarde y me levanto temprano, estoy cansada durante todo el día (solución: ¿acostarme antes? ¿Dormir siesta?).
• Si Pablo no se levanta a esa hora, me da pereza ser la única que madruga (solución: ¿negociar una hora intermedia con Pablo y animarnos el uno al otro?)
• Si trabajo desde tan temprano, al final de la mañana tengo la cabeza embotada y me desanimo (solución: ¿hacer descansos frecuentes mientras trabajo?).

No se trata de tirar la toalla, sino de ver qué ha ido mal, qué ha ido bien y cómo podemos implementar todos esos aprendizajes en 2016.

2. Crea un «botiquín de emergencias»

Si reciclas tus propósitos, ya sabrás con qué obstáculos te enfrentas y podrás generar, como he hecho yo, posibles soluciones. El siguiente paso es formular esas soluciones para tenerlas a mano como herramientas de tu botiquín de emergencia. Por ejemplo:

• Si me acuesto tarde durante 2 días, priorizaré acostarme antes el tercer día, aunque tenga que dejar una tarea a medias o renunciar a la lectura o a una serie.
• Si Pablo no se levanta temprano, hablaré con él para ver si está interesado en que nos despertemos antes juntos; si no es así, pensaré alguna actividad agradable para hacer nada más levantarme que me motive a salir de la cama, como el yoga.
• Si noto que tengo la cabeza embotada al final de la mañana, configuraré varias alarmas en el móvil para el día siguiente que me recuerden que tengo que descansar más a menudo.

De esta forma, el «fallo» será territorio conocido, y solo te recordará que todavía no has encontrado la forma de «construir la bombilla» y tienes que persistir un poquito más.

3. Piensa unos cuantos «despropósitos»

Los «despropósitos» se basan en la idea de Warren y Betsy, de An Uncluttered Life, de que el verdadero motivo por el que no cumplimos nuestros propósitos es que nuestra vida está abarrotada de cosas (compromisos, tareas, personas tóxicas, proyectos que han dejado de interesarnos) que no nos dejan espacio para lo que realmente nos interesa. Así que en lugar de proguntarte solo qué quieres conseguir en 2016, no te olvides de preguntarte también qué puedes hacer para liberar las principales áreas de tu vida. Estas son las que proponen Betsy y Warren:

• Tiempo: ¿hay algún proyecto que ya no te interese y puedas abandonar? ¿Alguna tarea que delegar? ¿Algo que simplificar, automatizar o simplemente dejar de hacer?
• Espacio: ¿puedes deshacerte de algunos trastos? ¿Ordenar algún espacio de tu casa que esté hecho un desastre? ¿Habilitar en ese espacio el estudio/gimnasio/sala de yoga que siempre quisiste tener?
• Dinero: ¿hay algún gasto al que puedas renunciar? ¿Algun hábito que te permitiría ahorrar más cada mes? ¿Alguna conducta que te está costando dinero sin que te des cuenta?
• Energía: ¿hay alguna relación que te esté quitando más energía de la que te da? ¿Puedes dejar de criticar, quejarte o discutir durante unos días? ¿Alguna costumbre que te agote y que puedas abandonar, como fumar o ver demasiada tele?

4. Busca un accountability partner

Hace algunos años, mis amigas y yo hicimos una fiesta «alternativa» de fin de año en casa de una de ellas. Una de las ideas que propusimos era salir a la calle de madrugada y buscar a alguien que «apadrinara nuestros propósitos», es decir: que se pusiera en contacto con nosotras a mitad de año para preguntarnos qué tal nos iba. Al final, se nos alargó un poco la noche en casa y no llegamos a salir, pero me sigue pareciendo una buena idea: buscar a alguien frente a quien rendir cuentas es una forma infalible de ponerse las pilas.

Si lo de abordar a un desconocido te da un poco de vergüenza, busca a alguien conocido y propónle varias reuniones a lo largo del año para revisar juntos vuestros propósitos. Preguntaros: ¿qué tal vais? ¿Qué habéis conseguido hasta ese momento? ¿Qué os falta por conseguir? ¿Qué queréis cambiar de cara a la siguiente reunión?

Este es un plan fantástico para estrechar tu relación de pareja, de amistad, o incluso para crear una relación nueva con alguien que hasta ahora solo era un conocido.

Iba a proponer que si no tienes un accountability partner, dejes tu mail en los comentarios por si algún otro lector quiere ponerse en contacto contigo, pero no sé si lo de publicar mails así alegremente es seguro o si te llegará todo el spam del mundo por mi culpa, así que como tú veas 😀 Si a alguien se le ocurre otra forma de hacerlo, que me lo diga aquí o por mail.

5. Establece reuniones semanales y mensuales contigo mismo y apúntalas AHORA en el calendario.

Esto es lo más importante de todo. Si no está en el calendario, no lo vas a hacer, así que comprométete a tener 52 reuniones semanales contigo mismo y 12 quincenales. No tiene por qué ser un evento largo y exhaustivo; con que te sientes unos minutos a repasar tus propósitos y ver qué tal vas hasta ahora, observarás una increíble mejora respecto a no acordarte más de los propósitos después del 2 de diciembre.

En mi caso, esta es la plantilla que voy a utilizar para mis revisiones mensuales/semanales; siéntete libre de copiarla y tunearla:

• Revisar mis metas y valores anuales. ¿Hay alguna que quiera cambiar o refinar?
• ¿Qué he conseguido este mes/semana? ¿Está en línea con mis metas y valores anuales/mensuales?
• ¿Qué podría haber ido mejor?
• ¿Es alguno de los casos previstos en el «botiquín de emergencias»? Si es así, ¿puedo aplicar la solución que me propuse o crear una nueva? Si no es así, ¿qué solución se me ocurre?
• Reajustes en el planning anual/mensual.
• Reajustes en el horario.
• Metas para el mes/semana siguiente.
• Chequear que las metas para el mes/semana siguiente estén alineadas con las metas anuales.
• Planning para el mes/semana siguiente.
• ¿Hay algo que pueda hacer el mes/semana que viene para liberar tiempo, espacio o energía? ¿Alguna tarea que pueda simplificar? ¿Algún compromiso del que deshacerme? ¿Algún proyecto que abandonar? ¿Algún objeto que regalar o tirar? Si es así, ¿cuándo voy a hacerlo?

¡Espero que estas 5 ideas te ayuden a que 2016 sea un año fantástico! Recuerda que el cambio es posible si es un cambio inteligente e intencionado.

Que tengas una feliz nochevieja y una magnífica entrada de año 🙂