No sigas tu pasión

No sigas tu pasión

Este post es una colaboración de Ángel Alegre García de viviralmaximo.net.

Si hay un consejo que está de moda a la hora de buscar empleo o decidir qué hacer con tu vida, ese es sin duda «sigue tu pasión.»

Según esta hipótesis, en algún lugar existe un trabajo perfecto para ti, un trabajo para el que estás destinado desde que naciste y que te hará profundamente feliz. Tu única tarea es encontrarlo.

Todos hemos escuchado historias de personas que siguieron su pasión y acabaron amando lo que hacían. De todas ellas, posiblemente la más conocida sea la de Steve Jobs, que en su famoso discurso en la universidad de Stanford dio a los recién graduados el siguiente consejo:

«Tenéis que encontrar lo que amáis… La única manera de hacer un buen trabajo es amando lo que hacéis. Si todavía no lo habéis encontrado, seguid buscando y no os detengáis.»

Sin embargo, si estudiamos con detenimiento los inicios del creador del iPhone, veremos que no es precisamente el mejor ejemplo de seguir su pasión.

La verdadera historia de Steve Jobs, Julio Iglesias y Kukusumuxu

Aunque parezca mentira, antes de fundar Apple a Steve Jobs no le interesaba demasiado la tecnología. Prueba de ello es que estudió historia y danza en la universidad de Reed, en vez de informática o electrónica. Abandonó sus estudios tras el primer año y, después de varios meses vagando por el campus descalzo, durmiendo en el suelo de las habitaciones de sus amigos y comiendo en el templo de los Hare Krishna, regresó a la casa de sus padres en California. Allí encontró un trabajo de turno de noche en Atari, atraído por un anuncio en el periódico que decía «diviértete y gana dinero,» que dejó al poco tiempo para hacer un viaje espiritual a la India. A su vuelta, su amigo Stephen Wozniak, este sí un verdadero geek, estaba fabricando unos terminales que le había encargado un empresario llamado Alex Kamradt. Wozniak odiaba todo lo relacionado con los negocios, así que le pidió a Jobs que se encargase de ese aspecto del trato. Esos fueron los inicios de lo que, una año después, sería Apple Computer.

Es obvio que los pasos que dio Steve Jobs no son los que daría alguien que estuviese siguiendo su pasión por la tecnología. Más bien son los de un joven bastante perdido que estuvo dando palos de ciego durante varios años porque no sabía qué hacer con su vida, y que acabó fabricando ordenadores para sacarse un dinero fácil.

Curiosamente, si nos fijamos en los inicios de otras personas que aman lo que hacen, nos encontramos una y otra vez con historias similares.

Nadie duda que la pasión de Julio Iglesias, el único cantante del mundo con un disco de diamante, es la música. Sin embargo, no todo el mundo sabe que cuando era joven su sueño era ser futbolista profesional. «Me siento como en casa dentro del mundo del fútbol y lo amo inmensamente» llegó a decir en una ocasión. Sin embargo, un trágico accidente de coche acabó con su carrera como portero. Mientras se recuperaba en el hospital, el enfermero le regaló una guitarra y ahí empezó todo.

A Mikel Urmeneta lo que más le gustaba era viajar. En 1989, como no le iba demasiado bien en los estudios y necesitaba «sacarse unas pelas» para poder pagarse el próximo avión, decidió vender camisetas originales en los sanfermines. Así es como nació Kukusumuxu, la «fábrica de dibujos» española que vende sus productos en más de 80 países y factura más de 13 millones de euros al año. Mikel, cofundador y director de I+D, ama su trabajo a pesar de que su pasión nunca fue vender camisetas.

Viendo estos ejemplos, parece que en vez de seguir su pasión, el consejo que Steve Jobs les debería haber dado a los alumnos es lo mismo que él hizo: haceos muy buenos en algo y la pasión llegará sola.

Pasión: causa o consecuencia

Todo esto que te he contado está muy bien, pero… ¿qué opina la ciencia al respecto? ¿Es la pasión la causa o la consecuencia de tener una buena vida laboral?

Los últimos estudios sobre el tema respaldan la segunda hipótesis: amar lo que haces es la consecuencia de tener un buen trabajo, y no al revés.

Por ejemplo, en este estudio de Amy Wrzensniewski, profesora de la universidad de Yale, 196 personas con diferentes carreras profesionales respondieron a un cuestionario sobre su trabajo. Los resultados arrojan dos conclusiones reveladoras:

  1. El grado de satisfacción laboral no depende del tipo de empleo que tengas. Si la pasión fuese causa y no consecuencia, lo lógico sería que aquellas personas con carreras vocacionales como doctores o maestros estuviesen más satisfechas que las demás. Sin embargo, no es el caso.
  2. De 24 personas con el mismo empleo (secretarias), las más satisfechas eran las que llevaban más años en él. Esto sugiere que, cuanto más tiempo lleves en tu puesto, mejor harás tu trabajo y mejores condiciones tendrás (sueldo más alto, proyectos más interesantes, más responsabilidad…), lo que se traducirá a su vez en una mayor satisfacción laboral.

Si te paras a pensarlo, estos resultados tienen mucho sentido. Por ejemplo, ¿cuáles son tus deportes favoritos? Seguramente coincidan con aquellos que mejor se te dan. Yo por ejemplo, odiaba a muerte salir a correr. Me parecía la cosa más aburrida del mundo. Sin embargo, mi compañero de piso me animó a apuntarme a una carrera popular de 5 km, luego a una de 10 km, luego todos los amigos nos apuntamos a una media maratón… y al final le cogí el gustillo y acabé corriendo una maratón completa. A día de hoy, puedo decir que disfruto mucho cuando salgo a correr y lo hago siempre que puedo.

El que la pasión por el trabajo sea una consecuencia de ser bueno en lo que haces no vende tanto como la versión opuesta, ni nunca formará parte del guion de una película de Hollywood, pero parece una afirmación realista.

Las características de un buen trabajo

Ahora que sabes que para amar lo que haces no tienes que encontrar el trabajo perfecto sino conseguir un buen trabajo, seguramente te estés haciendo una pregunta: ¿y qué es exactamente un buen trabajo?

Esto es algo que la ciencia lleva intentado responder desde hace tiempo y, de momento, la mejor explicación que tenemos es la que da la teoría de la auto-determinación. Según esta teoría, para que un trabajo o cualquier otra actividad nos motive, debe cubrir tres necesidades psicológicas básicas:

  • Autonomía: sentir que tienes control sobre lo que haces.
  • Competencia: sentir que eres bueno en lo que haces.
  • Conexión: sentir que estás conectado con las personas que te rodean.

En el mundo laboral es fácil conseguir un empleo en el que te lleves bien con tus compañeros, bastante complicado llegar a ser lo suficientemente bueno como para que tu trabajo tenga un gran impacto (no sólo en tu empresa, sino también en la sociedad) y MUY DIFÍCIL tener control sobre tu día a día, especialmente con un horario de 9 a 5 y un jefe diciéndote lo que tienes que hacer.

Precisamente es esto último, el tener control sobre qué haces y cómo lo haces, la característica más importante de un buen trabajo. Por eso ideas como irse a vivir al campo con tu perro y tu huertecito resultan tan atractivas: porque ofrecen esa autonomía y control que tanto ansiamos.

Control: sí, pero con cabeza

Si quieres mayor satisfacción en tu vida laboral, lo mejor que puedes hacer es conseguir más control sobre lo que haces y sobre cómo lo haces. Sin embargo, antes de que dejes tu trabajo para abrir un estudio de yoga, me gustaría contarte la historia de mi amigo Diego.

Diego es un chico mexicano que trabajaba conmigo en Microsoft y que dejó su puesto de ingeniero para irse a meditar a un templo budista en Tailandia. Disfrutó muchísimo de la experiencia, pero unos meses después se había gastado todos sus ahorros, así que no le quedó más remedio que volver a su México natal y buscar otro trabajo de oficina, este con un sueldo y unas condiciones mucho peores que las que tenía antes.

La moreleja de la historia está muy clara: el control no da de comer.

Y es que tener control en tu vida laboral es importante, pero no es gratis; se trata de algo escaso y valioso, así que la única manera de conseguirlo es dando algo escaso y valioso a cambio.

Pero, ¿cómo saber cuándo es el momento adecuado para cambiar de ocupación en busca de mayor control? Muy fácil: no tomes la decisión hasta que no tengas la certeza de que hay gente «dispuesta a pagar» por tu nuevo proyecto.

Yo también dejé mi trabajo en Microsoft, pero antes de decirle al jefe que me marchaba me pasé un año entero preparándome. El día que me fui, tenía una página web que estaba generando más de 1.000 euros mensuales y había ahorrado suficiente dinero como para poder vivir bien en España o en Asia durante varios años sin necesidad de trabajar.

¿Quieres dejar tu trabajo y empezar tu propio negocio? No lo hagas hasta que tengas tus primeros clientes.

¿Quieres cambiarte a un trabajo con mejores condiciones? No dejes tu empresa actual hasta que no tengas una oferta en firme de la otra.

¿Quieres mantener tu empleo, pero trabajando desde casa? Cuando seas imprescindible para tu empresa, tu jefe no podrá rechazar tu propuesta.

Intenta siempre conseguir más control, pero hazlo con cabeza. Antes de dejar tu trabajo para dedicarte a otra cosa, asegúrate que vas a poder vivir de ello.

Conclusiones

Vivimos en una sociedad que ama las píldoras mágicas. «Compra esta máquina y con sólo 5 minutos de ejercicio al día tendrás un cuerpo perfecto,» te dicen en la tele. «Léete este libro y todos tus problemas desaparecerán por arte de magia,» te promete el gurú de turno. Ahora la nueva moda es «sigue tu pasión y te sentirás feliz y realizado para el resto de tu vida.»

Por desgracia, el mundo real no funciona así, y creer en este tipo de promesas puede hacer que acabes frustrado e infeliz. En la vida, todo lo bueno requiere que des algo bueno a cambio, y el trabajo no es una excepción.

Para tener una vida laboral satisfactoria no necesitas seguir tu pasión, sino desarrollar habilidades valiosas que te permitan conseguir o crear un trabajo con las características adecuadas. Las más importantes: control y autonomía.

Esto es lo que propone Cal Newport en su fantástico libro Tan bueno que no podrán ignorarte, que de momento sólo está disponible en inglés.

Ángel Alegre escribe en Vivir al Máximo.

[Imagen: Alpetric]

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38 comentarios
38 comentarios
  1. Saul junio 6, 2013

    Felicidades a los 2 por el artículo!

    A mi me encanta la parte del discurso en la que dice «los puntos solo se unen hacia atrás». Siempre es bueno aprender cosas, aunque no tengan nada que ver una cosa con la otra.

    Saludos.

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  2. celembor junio 6, 2013

    Muy interesante lo que dices. De hecho, en mi interior ya intuía algo así, pero verlo escrito de forma tan clara me ha ayudado a confirmarlo.

    Un saludo

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  3. Woz junio 6, 2013

    Bonita moraleja la de Steve Jobs… si no fuera mentira. Steve Jobs sí dominaba la tecnología: trabajó en Atari y HP antes de fundar Apple.

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    • Angel junio 6, 2013

      Una cosa es que supiese algo sobre tecnología y le sirviese para ganar algo de dinero (no era ningún genio, el que de verdad sabía era Woz), y otra bien distinta que fuese su pasión. Creo que estamos de acuerdo en que si hubiese sido su pasión no habría estudiado danza ni hubiese pasado tanto tiempo en el centro de meditación Zen de su ciudad.

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  4. Fátima junio 6, 2013

    Estupendo artículo, no puedo estar más de acuerdo

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  5. ester junio 6, 2013

    Un artículo genial, muy bien documentado, muy bien explicado y con un punto de vista realista, pero optimista que es de agradecer. 🙂

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  6. Núria junio 6, 2013

    Una dosis de realidad frente a los gurús del coach pacotillero… a ver si nos bajamos ya todos del tren Disneylandia.
    A nivel personal: a mi me gusta mi trabajo, pero no era mi pasión ni de lejos: incluso cumple esas tres necesidades psicològicas, y de sobras. Y no trabajo para mi. Fue darme cuenta de que era un puesto que me podía dar mucho a muchos niveles cuando me apasioné por él.

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  7. Biónica Habla que escucho junio 6, 2013

    Bueno, que se me ha olvidado aportar algo constructivo xD. Cuando estudiaba, tenía muy claro que no deseaba ni de lejos hacer una tesis. Pero heme, que no sólo hice la tesis, sino que descubrí que esto me gustaba realmente, y que investigar era lo que quería hacer. Lo malo que le veo al asunto de la investigación es que tal como está depende fuertemente de factores externos… pero bueno… mi esfuerzo lo dedico a hacerme imprescindible, como bien apuntas. Este trabajo reúne bastantes de los factores que, bien dirigidos, proporcionan bastante felicidad. Y eso que nunca lo hubiera pensado durante la carrera donde me sentí tan desconectada que dudaba siquiera de que la ciencia pudiera ser mi camino. En mi caso, estoy de acuerdo que la pasión es consecuencia del trabajo. Y espero conservarlo. Si no, habrá que dedicarse a otra cosa.

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  8. Pedro junio 6, 2013

    ¡Estupenda colaboración chicos! Para mí es un post revelador. Escogí mi actual trabajo porque pensaba que era mi pasión pero nada más lejos de la realidad. Hace un mes fui ascendido y ahora, aun sabiendo que podía haber estudiado otras disciplinas diferentes, me siento cada día más realizado. Gozo de gran autonomía para organizar mi tiempo, saco mi trabajo adelante (se lo debo a T. Ferris por La Semana Laboral de 4 Horas) y se que mis compañeros me apoyan.

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  9. Mariana junio 6, 2013

    Es genial lo que escribes! Me encanta siempre, pero esta vez en especial!
    Siemrpe tenemos tendencia a pensar que los demás tienen las cosas más claras que nosotros, que estamos hechos un lío…y eso siempre nos da envidia. Pero realmente pienso que es una envidia creada en nuestra cabeza sobre algo creado también allí. TODOS dudamos a veces, y el que diga que no, no se reconoce a sí mismo o debería mirar más hacia sí mismo. Es bueno dudar, cambiar de rumbo, y equivocarse mil veces, y volver a cambiar de rumbo si hace falta! Lo importante para mí es sacar la energía para hacerlo.
    Espero que sigas sacando la energía para este blog!

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  10. Nisa junio 6, 2013

    ¡¡Enhorabuena por la colaboración!!

    Me ha encantado el artículo, es como un soplo de aire fresco entre tanto mensajito inspirador y motivación del tres al cuarto. Me gusta este punto de vista, más realista, más sincero, más sencillo y la verdad que, menos comercial. Fíjate que ya hay hasta gente cobrando por enseñarte como encontrar tu pasión, y lo peor es que hay quien les paga, creyendo que eso va a ser la solución a todos sus problemas.

    Nos gusta mucho que nos digan lo que tenemos que hacer, quienes somos, qué es mejor para solucionar esto o aquello, todo lo que sea no asumir nuestras propias responsabilidades y tomar las riendas de nuestra vida siempre parece la mejor opción.

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  11. Silvia junio 6, 2013

    Una vez mas, muy inspirador y realista, Angel…Eres puro sentido comun!!
    Marina…Conoci tu blog a traves del de Angel y lo que he leido hasta ahora me ha gustado mucho…Ya lo he recomendado y todo…;))
    Celembor…. ¡pero que sorpresa mchacho!! Se que no debia de extrañarme porque recomende el blog de Angel en el de Laura del que ya eres asiduo pero verte aqui ha sido como encontrarte a alguien de Cadiz en Casablanca…

    Enhorabuena blogueros!!!!

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  12. Paula junio 7, 2013

    Yo me equivoqué al elegir mi carrera e hice medicina porque creía que era la mejor manera de ayudar a los demás sin pensar en si realmente me gustaba, cuando mi verdadera vocación era la enseñanza o la psicología. Cuando me di cuenta ya no había marcha atrás, porque cuando estudiaba (1974-1980), nadie se planteaba como ahora cambiar de carrera, entre otras cosas por motivos económicos. Y he vivido mi profesión como una verdadera cruz, envidiando a mis hermanos y otra gente dedicados a enseñar. Sin embargo me he dedicado a ella con toda mi alma y he tenido muchas satisfacciones aunque también muchos malos ratos, cosa que la gente no comprende y que te dice: ¿Medico?, ¡Que profesión tan bonita!. Pero ahora pienso en el bien que he hecho y me siento contenta. Y además desarrollé en parte mi vocación de enseñanza con los residentes, que dicho sea de paso son los que mantienen con su ilusión y sus ganas de trabajar a los ya muy quemados médicos más antiguos.
    Con respecto a la tesis yo también pensaba que sería un coñazo y me encantó hacerla porque aprendí desde escribir a máquina hasta manejar varios programas informáticos y sobre todo a tener un espíritu crítico y a no considerar cierto todo lo que está escrito en un papel, como es muy frecuente hoy día (ej. creer todo lo que se recibe en los correos que nos envían cada día).
    Como no todo el mundo puede tener un trabajo maravilloso y que cumpla todas sus expectativas creo que al igual que en la vida diaria hay que hacer cada cosa que haces como lo mas importante en ese momento, de forma consciente y con el máximo interés, desde hacer una cama o cuidar a un anciano hasta una operación extracorpórea, y establecer una relación lo más humana posible, siendo «ridículamente amable» con todos los que nos rodean, especialmente familia, amigos y compañeros de trabajo, lo que colabora muchísimo a lograr un buen ambiente, que es tan difícil hoy en día con lo mal que parece que va todo. Gracias a los dos. Angel, tienes una nueva lectora.

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  13. Eve junio 7, 2013

    Hola Marina, me ha gustado muchísimo el post.

    Llevo unos días preocupada, voy a acabar la carrera de psicología y al ver las salidas laborales, no sentía «pasión» por ninguna….y estaba entrando un poco en crisis.
    Leer esto me ha ayudado a pensar que el trabajo perfecto no existe, nunca va a existir, y que tienes toda la razón del mundo al afirmar que cuanto más tiempo permanecemos en un trabajo más nos gusta, más útiles nos sentimos….y sobre todo que se hace camino al andar.

    Al leer la vida de Steve Jobs, por ejemplo, he visto que desde donde empezó a donde acabó no tiene nada que ver. Así que hay coger las oportunidades que la vida nos da y más adelante ya veremos.

    Mi ilusión, como la de un montón de gente, sería formar mi propia empresa. Me han parecido unos consejos razonables, no soltar lo que tenemos hasta que estemos generando ingresos.

    Besotes.

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  14. Vanesa junio 8, 2013

    Buenas! Enhorabuena por el post, se agradece la desmitificación de la pasión y el control con cabeza, yo pienso que hay que luchar para conseguir tus objetivos pero desde un planteamiento realista que ilustras muy bien con la historia de tu amigo Diego. Ahora estoy en un mar de dudas y estos post me ayudan a tocar de pies en el suelo, lo cual se agradece mucho 🙂

    Mientras estudiaba Psicología me di cuanta que el trabajo del psicólogo requería una adaptación a la realidad grande, quiero decir que en la carrera mayormente te explican los conocimientos teóricos de la Psicología pero no te lo contextualizan con el entorno que más adelantes observas, no acaban de enseñar la aplicabilidad de los conocimientos que adquieres, por lo menos esa fue la impresión que me quedó. Lo que comentas de que no hay que buscar el trabajo perfecto sino un buen trabajo lo encuentro muy útil ya que te permite valorar más las opciones que tienes a tu alcance y no solo pensar en esa meta ideal

    Saludos y gracias por este post!

    Responder
    • Taner enero 30, 2014

      Hiya, I’m truly cheerful I’ve found this info. These days bloeggrs publish only in relation to gossips and net and this is really frustrating. A sunny locate with exciting pleased, this is what I need. Thanks for keeping this website, I will ensue visiting it. Accomplish you do newsletters? Cant get hold of it.

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  15. Marta (Galicia) junio 9, 2013

    Se me pasó comentar en esta actualización, pero a mí también me gusta esta perspectiva mucho más racional! Se agradece! 🙂

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  16. lifestraveller agosto 18, 2013

    Digo yo, no puede ser que en lo que empezaron de forma alternativa hubiera constituido su pasión (hobby anteriormente antes de darles dinero) pero que no le dieron importancia, por ser justamente eso, un hobby y todos tenemos en la cabeza que de un hobby no se vive. El caso más claro de los tres que has expuesto es el de Kukusumuxu. Posiblemente vender camisetas no fuera su pasión, pero el hacer dibujos posiblemente fuera uno de sus hobbies y por tanto pasión y al final le sacó un rendimiento.

    Al final sí que creo que lo que uno disfruta haciendo, porque además suele hacerlo bien (por eso de practicarlo mucho ya que te gusta) hace que tengas un valor que el resto no tiene.

    Así que no estoy muy deacuerdo con la primera parte del post, me leo el resto y ya veo. En mi caso, he hecho un doctorado en bioquímica y la bioquímica no es ni de lejos mi pasión. Mi pasión son los idiomas y curiosamente es lo que me está dando ahora mismo en mi fase de introspección (que ha terminado ya) mis ingresos. Tengo un proyecto de negocio en mente, que de momento me tomo como un hobby del que si encima saco alguna perrilla (de momento sí y creciendo), pues mejor que mejor. Seguramente de no haber tenido falsas creencias como «las letras no valen para nada, estudia ciencias, que eres lista y los listos son de ciencias y eso da dinero (y prestigio)» posiblemente no hubiera acabado con un burnout de caballo.

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  17. terapia online marbella agosto 20, 2013

    He leido vuestro post con mucha atecion y me ha parecido practico ademas de bien redactado. No dejeis de cuidar esta web es buena.
    Saludos

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  18. Willy julio 23, 2014

    Discrepo absoluta y diametralmente con este artículo,
    Si lo analizamos como artículo, es uno bueno (realmente bueno) porque vaya a saber uno el objetivo verdad? Creo que era abrir la discusión, ya que al tocar este tema debemos pararnos si o si en la vereda del personaje que tiene una pasión. Pero ahí es donde uno se pregunta,
    ¿En la vida uno tiene sólo una pasión?
    ¿La pasión de la que tanto se habla no obedece acaso a una exploración, en la cual siempre se puede encontrar un camino más acertado que el ya acertado?

    Cuando se habla de seguir una pasión, se entiende como la posibilidad de hacer lo que uno quiera en la vida y es ahí cuando estos iconoclastas resultan idóneos, porque crearon mercados inexistentes, abrieron puertas donde no las había y finalmente innovaron.
    El foco es trabajar porque quieres y no contra tu voluntad, dedicando más de 1/3 de tu vida a una actividad que no llena tu alma.

    Creo que es absolutamente respetable y seguir una pasión, ya que siempre habrá personas que así lo deseen, tal cuál habrá quienes no busquen precisamente eso.

    Mi mas humilde opinión,
    Saludos

    Responder
  19. Fernando diciembre 30, 2014

    El problema es precisamente creer que nuestra pasión es un trabajo. No hay nada más realista que entender que el trabajo no tiene por que apasionarte. Es mejor trabajar de lo que nos gusta y sobretodo disfrutar con el trabajo que tengamos que hacer aunque no sea el mejor del mundo, pero obviamente no hemos venido a este mundo con el objetivo de conseguir un trabajo X…
    Un abrazo a ambos por enseñarnos tanto!

    Responder
  20. Adriana febrero 23, 2015

    Buenisimo el blog de Marina y tu contribucion.Le has dado de lleno.Gracias a los dos por compartir,soils geniales 🙂

    Responder
  21. UnNoConformista septiembre 17, 2015

    En mi parte no estoy de acuerdo con lo que decís, o no estoy entendiendo yo. Me ponéis de ejemplo a Steve Jobs. Steve Jobs era un soñador, y sin ninguna intención de insultarle, un fumador de marihuana en su juventud. Pero Steve Jobs trabajó en algo que le apasionaba, el veía más allá de lo que los demás veían. Conoceis su historia con el capitán Crunch y la caja azúl? consiguió hablar con el Papa a cobro revertido. Y él siguió su pasión, vivía con pasión, porque lo echaron de Apple, cuando la empresa la creo él, montó Pixal y al tiempo, Apple lo llamó porque la empresa se iba a quiebra. Conocéis la historia de los piratas de Machintosh? porque el creaba una competencia dentro de la propia empresa, pero sabéis como trataba a los trabajadores en su época joven, demasiado mal.

    Por hablar porque no habláis de Bill Gates también, él vendio MS-DOS, sin existir todavía. Compró el sistema operativo DOS por una miseria, después de haber vendido el MS-DOS.

    Y cuanta gente vive su pasión, cuanta gente consigue lo que quiere empezando de cero. Pero para ello hay que luchar y currar, equivocarte una y otra vez, pero buscar. No sabes cuál es tu pasión si no pruebas. Sentado en casa preguntándote qué te gustaría dedicarte no te va a dar la solución. Inténtalo, prueba, que no te gusta, cambia. REINVENTATE.

    No os entiendo la verdad. Me venís con la norma de que «el tiempo todo lo cura», contra más tiempo estés en tu trabajo, más te gustará … lo dudo, si no te gusta no te gusta, si estás mal estás mal. La vida es compensación, si un trabajo te compensa lo bueno con lo malo, entonces sí funciona, pero son 8hrs del día, 5 días a la semana, 20 días al mes, casi toda tu vida. Un día una profesora de 3º de EGB me dijo que debiamos de comportarnos en la escuela como si fuera nuestra casa, porque haciendo cálculos, pasabamos allí más horas despiertos de lo que pasabamos en casa. El trabajo es lo mismo. Lógicamente no existe el trabajo perfecto (es que no existe la perfección), pero es lo que he comentado antes, la compensación. He tenido muchos trabajos que me compensaban muchas cosas (me sentía satisfecho) y uno que no, y para perder el tiempo en ese, busco alternativas. En mi caso, prefiero arriesgarme.

    Bueno, esto es mi opinión, lógico que cada uno tiene la suya y todas son respetadas.

    Responder
    • Helena octubre 30, 2016

      Estoy de acuerdo contigo, no todo lo que se te da bien te ha de gustar y los que están satisfechos cuanto más tiempo por mejor control es porque mayormente lo han convertido en su zona de confort

      Responder
  22. IM febrero 4, 2016

    GRACIAS!!!

    La verdad es que leer este post me ha ayudado mas de lo que otros puedan imaginar.

    Soy una persona que laboralmente nunca he destacado, de echo he tenido muchísimos trabajos a lo largo de mi vida y en ninguno he «cuajado»
    Conozco perfectamente los motivos:

    A: odio tener que dedicarle tiempo a las empresas de otros mientras se lo resto a lo que realmente me gusta hacer, mis hobbies, pasar tiempo con mi familia o simplemente no hacer nada…suena absurdo ya que no nací rico y es lo que me ha tocado pero no me gusta la verdad.

    B: Además la vida me ha ido guiando a un sector profesional que nunca me gustó…empiezas estudiando algo que no te llena pero que ves que a otros les gusta y no les ha ido mal, coges algun trabajo de ello porque claro ya que has estudiado es lo obligatorio, lo dejas y solo te contratan empresas similares… y van pasando los años y se convierte como en una prision de la que no puedes escapar, y van pasando mas años y ya no te cogen de aprendiz en ningun sitios, ademas que empezar otros estudios a cierta edad es complicado que luego encuentres trabajo de ello ya que las empresas buscan savia nueva no a un treintañero o cuarenton que carece de experiencia…
    LLegó el dia que me reinventé y cambié de funciones pero siempre en el mismo sector ya que somos esclavos no solo de nuestras palabras sino de nuestra experiencia y del camino que hemos ido recorriendo.

    Asi que sumando A+B empecé a darle vueltas que el motivo de mi infelicidad e inestabilidad laboral era yo mismo porque no decidí en su dia bien que es lo que me gustaba… Y si a ello le sumas, contaminarme continuamente de casos de gente apasionada por lo que hacen, de leer blogs que te empujan a «reinventarte y dedicarte a tu pasion como unica via para ser feliz y tener exito» pues creo que no me ha echo bien…en realidad me ha ayudado a hundirme mas en la idea de haberme equivocado y resignarme (porque la sociedad tan poco ayuda con su continuo «el trabajo es trabajo asi que agacha la cabeza y traga» o «al menos tienes trabajo asi que eres tonto por no estar contento»).

    Pero este post ha sido como un soplo de aire fresco…mucho mas realista…me he dado cuenta que efectivamente el trabajo tiene sus partes malas (quizas mas lejos de lo que te gustaria, o peor pagado, o obligandote a vestir de corbata cuando lo odias, o etc etc) pero si solo nos agarramos a eso perdemos el enfoque de las partes del trabajo que si nos gustan, y en efecto no esta tan mal pensandolo con perspectiva, nos permite vivir honradamente e incluso disfrutar de comodidades del dia a dia que otros no han podido tener ni en sueños…No hablo de conformismo sino de por supuesto buscar otra salida e intentar encaminarte hacia tu pasion con pequeños pasos en tu tiempo libre hasta el dia que puedas dedicarte y vivir de ella pero mientras tanto ser mas positivo, yo mismo descubrí facetas mias que jamas pensé que tenia y ahora me encantan y eso lo descubri trabajando…

    En resumen: Gracias,
    Y animo a todos a que despierten,a dejar de autocompadecerte de que no te gusta tu profesion, de que te equivocaste, de que ya no hay vuelta atras o de que otros son felices en su profesion porque tienen pasion y tu nunca lo conseguiras (siempre vemos mas verde el cesped del vecino que el de nuestro jardin), de que vas a ser infeliz por el resto de tu vida etc etc… Y ponerse las pilas, empezar a valorar las partes que te gustan de lo que haces, realizar las que no te gustan impidiendo que te posean como ideas negativas en tu cabeza y mientras trazar un plan para ir reorientandote hacia lo que realmente te gusta…
    Porque señores el tiempo que estamos en vida es muy limitado y es mejor disfrutar de lo que haces gracias a una actutud positiva aunque no sea tu pasión, porque sino puede darse el caso de que desaparezcamos del mapa antes de haber alcanzado nuestro objetivo de vivir de nuestra pasion y entonces que habremos tenido? pues unos años auto-amargandos…

    Responder
    • Helena octubre 30, 2016

      Habrá merecido la pena la búsqueda y la prueba que tener un trabajo que odias y autoconvencerte que te gusta aunque te esté enfermando

      Responder
  23. Ver septiembre 7, 2016

    ¡Mil gracias por el curso por mail! ¡Me está encantando!

    Por cierto…el link del resumen de 14 páginas mencionado en este post no puedo descargarlo…;/ Y me encantaría leerlo. ¿Se puede acceder a él por otro medio?

    ¡Gracias de nuevo! ¡Y feliz semana !

    Ver 😉

    Responder
  24. Helena octubre 30, 2016

    Yo creo que la gente que dice estar satisfecha en su trabajo cuanto más tiempo es por estar en su zona de confort y no pensar en lo que realmente les hubiera gustado hacer en su vida, y no es cierto que te guste más aquello que se te da mejor hacer. En poco estoy de acuerdo

    Responder
  25. Jorge abril 16, 2017

    Etimología. La palabra «trabajo» deriva del latín tripalium, que era una herramienta parecida a un cepo con tres puntas o pies que se usaba inicialmente para sujetar caballos o bueyes y así poder herrarlos. También se usaba como instrumento de tortura para castigar esclavos o reos. (Citado de la Wikipedia).

    Da lo mismo a lo que te dediques: trabajar no es sano. Porque hacer algo por obligación, lo que sea, durante ocho horas o más al día, cinco (o seis) días a la semana durante todo el año hasta que te jubiles (si llegas, porque cada vez se va a retrasar más ese momento) no puede ser bueno. Hasta a los actores porno más entregados les cansa su trabajo. Dicho esto, la cuestión no es si puedes vivir de tu pasión, o si puedes terminar apasionándote con lo que haces para ganarte la vida. La verdadera cuestión es cómo vivir sin tener que trabajar. O por lo menos, cómo vivir trabajando el mínimo número de horas, como preconiza Skinner en su utopía «Walden Dos».
    Como dice Juan Rossell, el actual presidente de la CEOE, con su habitual mentalidad esclavista, «el trabajo fijo es un concepto trasnochado. Dentro de poco habrá que ganarse el puesto de trabajo día a día». Éste sí que sabe cómo vivir sin tener que dar un palo al agua, pero yo no me refería a eso. Me gusta mucho más la visión de Skinner, aunque para materializarla habría que cambiar esta sociedad, lo que, dicho sea de paso, no estaría nada mal.

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