Hace un rato, mientras reflexionaba sobre el post de hoy y bebía cafecao, me ha llegado el mail de Mario, un lector que me comenta que quiere presentarse el año que viene al PIR. “Acabo de terminar la carrera y ya estoy preparándome para el examen de 2014”, escribe. Instintivamente, levanto la vista hacia la esquina de la pantalla donde aparece la fecha. 15 de junio, leo. Vamos bien. Le contesto que no sé si sacará el PIR, pero que sin duda su actitud me parece la adecuada.
A menudo da miedo probar con todas las de la ley, porque entonces el resultado que obtendremos será real. Mucha gente se presenta al PIR estudiando poco, “a ver qué pasa”. A partir del puesto que obtienen, estiman su capacidad para sacarlo al año siguiente. El problema es que ese razonamiento es erróneo. Las preguntas que has fallado son las difíciles, y las preguntas que marcarán la diferencia entre sacar o no la plaza son las Muy Difíciles. Las preguntas Muy Difíciles no se relacionan directamente con la cantidad de estudio, sino con su calidad, con tu capacidad analítica o con la suerte. Es decir, que el puesto que has sacado estudiando poco no te va a servir para averiguar el puesto que sacarías estudiando mucho.
Esto parece obvio, pero es importante.
Si quieres saber si eres capaz de viajar solo, viaja solo. Puedes empezar por algo que te dé menos miedo, pero ten siempre en cuenta ese salto entre lo que estás haciendo y lo que quieres hacer. No es lo mismo irse solo a hacer el Camino de Santiago que irse a la Antártida. Las dificultades no crecen de forma proporcional y predecible.
No podemos estimar la cantidad de gente que va a comprar algo ofreciéndolo gratis. No podemos saber si aprobaríamos un examen estudiando a medias. No podemos averiguar si una relación funcionará viéndonos poco para mantener nuestra independencia.
Hacer las cosas a medias protege a nuestro ego, porque deja espacio para el “si hubiera”: si hubiera estudiado más, podría haber sacado plaza. Es muy difícil afrontar la crudeza de haber hecho todo lo posible y, aun así, haber fracasado. Pero recordemos: se puede fracasar. Puedes equivocarte. Quizá no sabes lo bastante o no eres lo bastante bueno. Quizá no estás preparado para viajar solo o para tener una relación seria.
Lo positivo de todo esto es que, en mi opinión, saber poco, no estar preparado o incluso fracasar son problemas mucho más solucionables que la incapacidad para poner al cien por cien el corazón en algo.
Completísimamente de acuerdo con este post.
Un besote.
Por supuesto aquí lo más difícil es decidir cuándo poner toda la carne en el asador… pero el riesgo de coger miedo y refugiarte siempre en tu zona de control es muy muy real puesto que jamás tendremos certeza alguna de nada hasta que sea demasiado tarde (y a veces ni entonces).
Yo creo que para sacar unas oposiciones o lograr cualquier cosa que es buena para uno mismo y-o los demás lo fundamental es: .
– Trabajar , estudiar… duro , haciéndolo de la manera más cómoda posible , dentro del esfuerzo que supone.
– Empezar poco a poco a confiar en la vida y en tí mism@.Hasta lo más dificil nos es accesible.
– Aprender a relajarse .
– Ser honesto , ser una buena persona.
Si no se logra lo buscado , a pesar de todo eso, es porque la vida te reserva algo mejor.
Suerte Mario !!
¡¡Gracias Siro!!
Pues ayer cuando me levanté, reconozco que lo hacía un pelín cansado ya que venía de acostarme casi a las dos y media de la madrugada (mi jornada laboral comenzaba a las siete) porque veníamos de la cena post-exámenes que realizamos después de cada evaluación, la cuestión es que no esperaba encontrarme con Marina que altruistamente dedicó parte de la mañana en darme un montón de buenos consejos para afrontar el PIR, ¡¡qué mejor manera para mi de empezar el día!! Por ello, una vez más Marina, Gracias.
Así que vamos con todo a por ello, será un camino interesante.
Muchísima suerte/ánimos/lo que necesites! yo por ahora no estoy interesada en el PIR pero admiro las ganas que le ponen los opositores (en general)
Me has hecho pensar en una persona conocida que identifico sobretodo con el penúltimo párrafo!, en mi opinión se debería recalcar también mucho que se puede fracasar, que se tiene el derecho a ello
Mario mucha suerte. Yo estoy preparando la promoción interna (para admnistrativa) y estoy poco a poco echando toda la carne en el asador, me he marcado una rutina (más bien un amigo me ha ayudado a marcarla) y voy a ir a por todas. Me hace gracia lo de la zona de corfor, porque más de una vez lo he hecho yo, eso de pensar en el si hubiera o hubiese hecho puede dar tranquilidad o puede hacerte sentir culpable tiempo después.
Me resulta gracioso que en lo de los estudios siempre hay gente que durante el curso o mientras preparan la oposición dicen, no yo no estudio, sólo voy a clases. Esa gente ¿por qué lo hace? ¿por si suspenden que los demás piensen que es porque no fueron capaces?, ¿qué «fracasaron»? o ¿por
quitarse «competencia» en los estudios?
También estudio para oposiciones y pienso Nini que la gente dice que no ha estudiado para quitarse competencia e incluso la envidia o mal rollo que trae que el otro se lo sepa y tu no. Yo no pienso así. Si me lo sé como si no me lo sé, asumo mi responsabilidad. No estoy pensando si fulanito o menganito sabe más que yo, voy a ver si lo hundo. Nada más allá de la realidad. En una oposición, no sabes que te puede caer y lo más importante de todo es cómo vas ese día. Besos y suerte!
Creo que hoy día (como dece la derecha española) se ha perdido la conciencia del esfuerzo. Hasta en los anuncios nos dicen por ejemplo: aprenda inglés sin esfuerzo. Y si hay un periodo de tu vida en el que tienes que dedicar todo tu esfuerzo y toda tu mente son las oposiciones. Cuando yo estudié las mías tenía dos hijos pequeños y trabajaba por las mañanas además de hacer una guardia de 24 h cada 8 días. Tuve la ayuda de 2 chicas, una por las mañanas y otra hasta las 8 de la tarde. A las 8 bañaba a mis hijos, les daba de cenar y los acostaba. Estuve así casi 2 años, con un gran sentido de culpa por los niños, pero saqué las oposiciones con un buen número. Si uno no está dispuesto a hacer el esfuerzo, es una pérdida de tiempo estudiar aunque sea a tiempo parcial porque no las va a sacar. Pero también es imprescindible tener un tiempo de relax. Nosotras (estudié con una compañera que me ayudó muchísimo porque era muy perfeccionista y era capaz de no perder un día de estudio aunque tuviera un dolor de muelas o fiebre), nadábamos una hora diaria, justo después del trabajo de la mañana, y eso creo que también nos ayudó muchísimo. En fin , el recto esfuerzo que predica nestro maestro Goenka y que es tan difícil de conseguir. Suerte Mario, seguro que los consejos de Marina te serán de gran ayuda.,
Mi hermano me dijo una frase hace muchos años cuando estudiaba a piñón, con grandes niveles de ansiedad: era esta «en esta vida, hay que estar preparado para ganar, pero también para perder». No sabes la de tensiones que me ha liberado esa frase. Probablemente no sea la mejor del mundo y no es ni mucho menos el summum para el éxito (de hecho mi profesor de autoescuela me decía todo escandalizado que con esa actitud suspendía fijo, que había que ir a ganar. Fui la única que aprobé ese día y a la primera ;-)).
Y sin embargo me sigue manteniendo los pies en la tierra, que eso es un trabajazo.