Cómo lograr un 2019 un poquito mejor que 2018

Vamos a empezar dejando las cosas claras: la mayoría de nosotros no lograremos un incremento radical de nuestra felicidad en 2019, porque la mayoría de nosotros somos gente mediocre. En el buen sentido de la palabra, ojo: estamos en la media y por eso se llama media. A la estadística no le importa nuestra autoestima.

PERO. Sí que puedes ser un poquito más feliz en este año que entra. Puedes hacer cambios y lograr mejoras. Si no lo creyera de corazón, no me dedicaría a esto. 

El post de hoy es, como siempre, demasiado largo, pero si lo lees despacito y no te dejas intimidar, estoy segura de que sacarás al menos una buena idea para el año que viene; al final hay una Guía de Inicio Rápida de cuatro pasos y una Ultrarrápida con solo uno. Y si estás, como yo, en modo predator existencial y sigues el post al pie de la letra, estoy casi convencida de que 2019 será un año genial.

Prólogo, o por qué ando como una loca planeando 2019

Llevo semanas dándole vueltas al asunto 2019. ¿Por qué? Pues porque 2018 ha sido el Año de la Ameba Preñada. 

Esta es la foto que me puse en el WhatsApp para que la gente dejara de preguntarme «¿has parido ya?».

Los tres primeros meses los pasé con náuseas. Después llegó un breve intervalo en el que me encontraba medio bien y me engañé pensando que quizá lo del embarazo no era tan malo. Por último, el dolor de espalda y las ganas constantes de hacer pis me convirtieron en una quejosa bola de autocompasión.

Luego parí, lo que fue traumático y horroroso, después empleé dos meses de mi vida en intentar darle el pecho a Alana y, por fin, al filo de 2019, parece (¡parece!) que he recuperado una versión más fofa de mi cuerpo y algo de tiempo para mí.

Ahora, vida, quiero la revancha. 

Quiero que 2019 sea Bueno, con mayúsculas. Quiero amor, juego, creatividad, bailes y unicornios que vomiten arcoiris.

Quiero éxito profesional, un culo más prieto y dejar de comer azúcar.

Así que llevo horas y horas y horas tratando de encontrar el Sistema Perfecto para planear un año impecable. Dice Leo Babauta que el Sistema Perfecto no existe, que son los padres o, más bien, una manera que tenemos los humanos de evitar la incertidumbre(1.

Yo le contesto a Leo: ¡calla, hippie! Quiero mi Sistema. Si me esfuerzo lo suficiente, seguro que puedo crear algo a prueba de bombas y ya ser Feliz Para Siempre.

Ya en serio: sé que la cosa no funciona así, que el objetivo de la vida no es la perfección y que puedo estar satisfecha en el aquí y el ahora. Al mismo tiempo, que podría ser más feliz, entendiendo felicidad por una cantidad mayor de buenos momentos.

La solución pim-pam-pum-bocadillo-de-atún en tres pasos que se me ha ocurrido es la siguiente:

  1. Anota tus ideas para 2019.
  2. Crea (mini)sistemas de intención y reflexión.
  3. Ataca tus dificultades para pasar a la acción.

¿Funciona? ¡No lo sé! Sigue leyendo y decídelo tú.

Paso 1: anota tus ideas, o lo que a todos se nos da (más o menos) bien

Los humanos somos máquinas de desear, así que estoy segura de que no te faltan metas para 2019. Si quieres refinar aún más esta parte del proceso y evitar los errores más comunes, aquí tienes un par de sugerencias.

Si la vida se te escapa, piensa en momentos

Llevo varios años en los que pierdo trozos de vida: hay épocas en las que me cuesta distinguir unos días de otros. Tengo logros externos de los que presumir: saco cursos, escribo, veo pacientes, termino un máster y, a pesar de eso, a pesar de tachar cada vez más puntos en mi lista de tareas diaria, el tiempo se sigue esfumando.

¿Te pasa a ti? ¿Tienes la sensación de que todos tus días están ocupados de principio a fin, de que no hay tiempo para nada y que, aun así, la sustancia de la vida se te escapa?

Lo que te falta no es más productividad, ni más dinero, ni más tiempo. Te faltan Momentos Memorables, o MMs (puedes pronunciar esto en tu mente como Emanems, también conocidos como «copia de los Lacasitos que al principio rechazabas por extranjeros pero ahora admites que también están bastante bien»).

M&Ms no esponsorea este post, pero todo es hablarlo.

La idea de los Momentos Memorables la he sacado del libro Make Time, de Jake Knapp y John Zeratsky(2). Si te interesa, ellos lo explican mucho mejor que yo y dan otras muchas grandes ideas para organizar mejor tu tiempo.

¿Qué son Momentos Memorables?

  1. Ratos más o menos largos, de un mínimo de 60-90 minutos. Que sí, que puedes encontrar la magia de la vida en ese rayo de sol que se cuela por la ventana de tu oficina entre las nueve y las nueve y cinco, pero si hay forma de disfrutar de ratos más largos de felicidad, ¿por qué rechazarlos?
  2. De actividades que estén de acuerdo con lo que es importante para ti, AKA tus valores. Ya sabes que soy la Pesada de los ValoresTM: direcciones con sentido, cualidades que deseas para ti. Pueden ser: el amor, la amabilidad, la diversión, la paciencia, la aventura, el coraje o la disciplina. En su día hice una lista para darte ideas(3)
  3. En los que estés (más o menos) plenamente presente. Porque la vida es eso que nos ocurre mientras estamos desplazándonos hacia abajo en la pantalla de nuestro móvil. 

Los Emanems no tienen por qué ser algo megaespecial que solo haces una vez, en plan ir a Disneylandia. Pueden ser algo moderamente especial que quieres que ocurra más a menudo.

Ejemplos de Emanems:

  • Una hora ininterrumpida tocando el piano.
  • Un paseo a un sitio de la ciudad que no conoces.
  • Avanzar en un proyecto de trabajo que es importante, pero no urgente, y que te va a hacer sentir mejor cuando lo acabes.
  • Comer en el parque al solecito.
  • Colaborar en un refugio de animales una tarde a la semana.

Puede que ni siquiera sean súper agradables en el momento:el valor de algunos consistirá, simplemente, en progresar en algo que te importa. Si logras concentrarte, verás que la tarea no era tan horrible, y que el mero hecho de avanzar en algo que llevabas tiempo aplazando te quita ansiedad y te hace feliz.

Obviamente, no tienes que pensar ahora mismo en 365 Emanems para tu 2019. Puedes anotar ideas en forma de objetivos o direcciones, pero ten presente que para hacerlos realidad, lo suyo es que tu unidad de planificación sea el Emanem. 

No te olvides del pasado

Karina tampoco esponsorea este post. Creo que estoy haciendo algo mal con esto de los blogs.

Por muy atractivo que resulte querer ponerlo todo manga por hombro en 2019 y empezar algo radicalmente nuevo, si no miras a tu pasado te estarás dejando mucha información importante sobre la mesa: es la mejor manera de averiguar (o recordar) qué te hace feliz a ti.

Algunas preguntas que puedes hacerte:

  • ¿Qué he hecho en 2018 por presión social, inercia, pereza o reacción a emociones negativas? ¿Quiero conservarlo en 2019?
  • ¿Qué he hecho en 2018 por amor, pasión, juego, iniciativa propia o súbitos golpes de genio? ¿Quiero más de eso en 2019?
  • Si pudiera montar un álbum en mi cabeza con los mejores Emanems del año, ¿cuáles serían?

Utiliza material arqueológico: todos aquellos soportes que hayas usado para anotar qué está pasando en tu vida. Pueden ser las redes sociales, o un diario, o tus fotos del móvil. En mi caso, he usado la Psicoletter: la newsletter que envío todas las semanas a los suscriptores y en la que cuento qué estoy leyendo, qué documentales he visto, qué hábitos estoy tratando de poner en práctica y, en general, qué ha pasado con mi vida durante la última semana.

<momento autobombo>Puedes suscribirte a la Psicoletter en la cajita que hay al final de este artículo<fin del momento autobombo>

Después, y solo después de revisar tu material arqueológico, viene la Lluvia de Ideas. Date permiso para soñar e incluir todo lo que se te ocurra: actividades, como «tocar más el piano»; eventos puntuales, como «ir a un festival de música este verano», valores que quieras desarrollar, como «ser más paciente» o expresiones raras que solo tengan sentido para ti, como «atrapar los pulpos violetas de la realidad».

¿Soy mala madre si os digo que este pulpo me recuerda a Alana?

Simplifica y agrupa

Por último, trata de simplificar mínimamente esa Lista Larga y Loca, o Triple Ele, que tienes entre manos. La idea es que se convierta en algo que puedas revisar rápido, sin necesidad de sentarte con barritas de muesli y una sonda para la orina cada vez que quieres recordar tus deseos para este año.

Mi Triple Ele es esta (no hace falta que te la leas entera, es solo para que te hagas una idea):

  • Organizar mejor mi casa.
  • Ordenar todos los días.
  • Enseñarle lengua de signos a Alana.
  • Retomar el ejercicio físico.
  • Variar más mi dieta.
  • Desconectarme de Internet y del iPhone.
  • Volver a hacer yoga.
  • Seguir cuidando de mi relación con Pablo.
  • Crear un álbum familiar. 
  • Colgar fotos en las paredes.
  • Cenar con Pablo y sin Netflix.
  • Levantarme temprano.
  • Caminar más.
  • Rutina matinal.
  • ¡Escape rooms!
  • Escalada.
  • Jugar más. Divertirme más a menudo.
  • Volver a tocar el piano.
  • Apuntar mis gastos a diario.
  • Aprender. Hacer algún curso y asistir a algún evento formativo.
  • Volver a meditar.
  • Escribir todos los días.
  • Salir más a menudo al exterior y a la naturaleza.
  • Mejorar el sueño.
  • Invertir mis tristes ahorros en algo.
  • Aprender sobre inversiones antes de liarla.
  • Terminar los cursos online que he empezado/comprado y no empezado.
  • Apuntarme al curso de Rober Sánchez sobre movimiento(4).
  • Contentment (buscar satisfacción en lo que hago, estar presente, no quejarme).
  • Tolerancia hacia los demás (aceptar otras formas de ver la vida, no criticar). 
  • Desengancharme del WhatsApp.
  • Mirar el mail al final del día. 

Al simplificar tu lista, te darás cuenta de que muchos de tus deseos se superponen y pueden agruparse. En mi caso, quizá no logre caminar kilómetros a diario, escalar, hacer yoga, apuntarme al curso de Rober y conseguir un culo prieto, pero si me muevo un poco todos los días, estaré avanzando en dirección a lo que me importa.

Mi lista simplificada es esta:

  • Orden y limpieza: organizar mejor mi casa e insistir en las rutinas. Retomar el control sobre mis finanzas.
  • Mejorar mi energía: movimiento, sueño, alimentación y naturaleza.
  • Desconectarme y reenfocarme (Proyecto Recuperar Mi Cerebro, o cómo evitar que la tecnología me pudra las neuronas).
  • Familia: disfrutar, crear rutinas y atesorar recuerdos.
  • Jugar más y divertirme más a menudo: piano, aprender algo nuevo y viajar.
  • Crear: ficción, psicología y lo que surja.
  • Desarrollar mis virtudes y valores: sobre todo, el contentment (buscar satisfacción en lo que hago, estar presente, no quejarme) y la tolerancia hacia los demás (aceptar otras formas de ver la vida y no criticar). 

No te deshagas de la Triple Ele: como has visto en la mía, puede contener ideas concretas y útiles para llevar a cabo lo que deseas.

Paso 2: crea (mini)sistemas de intención y reflexión, o el paso en el que empezamos a congelar

Cuando me pongo a revisar mis propósitos de años anteriores, es una risa. No porque no estuvieran bien: como propósitos eran fantásticos. Me río porque me atrapa la enajenación a finales de Diciembre, hago ochenta listas y veinticinco ejercicios de autoconocimiento, y después me olvido de ese documento y no lo vuelvo a mirar en meses. 

Este año, por tanto, he decidido hacer más hincapié en los sistemas de intención y reflexión. ¿Qué entiendo por eso?

  • Sistemas de intención son los que nos permiten proponernos algo. Por ejemplo: «hoy voy a dedicar una hora a ordenar mi armario».
  • Sistemas de reflexión son los que usamos para ver qué ha ido bien, qué podría haber ido mejor y qué queremos cambiar.

Lo de sistemas intimida un poco, pero puede ser tan sencillo como dedicar cinco minutos al principio del día para decidir y programar un Emanem, y cinco minutos al final para ver qué tal ha ido y qué podemos mejorar la próxima vez. De ahí lo de (mini)sistemas, porque todo es más amigable si es mini.

A las pruebas me remito

Lo más, más, MÁS importante para crear tus (mini)sistemas es que los vincules a algo que ya estás haciendo. Todos tenemos ya rutinas para empezar y terminar el día. Si, por ejemplo, te tomas un café en casa, ¡ese es tu momento! Empieza cinco minutos antes y emplea tu rato del café para proponerte una intención. Si vas en metro y puedes pensar con un sobaco en tu cara, ¡establece tu intención ahí! 

Por la noche, más de lo mismo: si lees un rato antes de dormir, coloca una libretita en tu mesilla de noche y dedica otros cinco minutos a reflexionar. Cuando te laves los dientes, cuelga una pizarra blanca en el espejo y apunta tus reflexiones al terminar. 

Te dejo un par de modelos sencillos con ejemplos para tus (mini)sistemas:

Intención:

  • ¿Qué Momento Memorable o Emanem quiero crear hoy? (Revisa tu lista simplificada para que te dé ideas).
  • ¿Cuándo voy a hacerlo?
  • ¿Cómo me aseguraré de que sucede? 

Un ejemplo sería:

  • Mi Emanem de hoy va a ser terminar este post y publicarlo (se conecta con la parte de Crear de mi lista simplificada).
  • Lo haré cuando Pablo se despierte y pueda encargarse un rato de Alana.
  • Me aseguraré de que sucede recordándome lo importante que es para mí compartir este proceso con mis lectores.

Reflexión:

  • ¿He completado mi Emanem de hoy? 
  • Si lo he hecho, ¿qué tal ha ido? Si no, ¿qué se ha puesto en mi camino?
  • ¿Qué puedo cambiar o mejorar de cara a mañana?

Dos ejemplos serían:

  • Sí, lo he completado (he terminado el post y lo he publicado). 
  • Ha ido bien: he disfrutado del rato trabajando en él y me he sentido satisfecha al terminarlo. 
  • De cara a mañana, me gustaría que mi Emanem fuera más lúdico, porque llevo varios días con el post y estoy hasta el moño.
  • No, no lo he completado (he trabajado en el post, pero aún no está listo para publicarlo).
  • Me he distraído leyendo Wait But Why y Pablo tenía que irse a hacer unos recados, así que se me ha acabado el tiempo Alana-free antes de terminar.
  • De cara a mañana, podría usar una app que bloquee las webs que más me distraen. 

Paso 3: ataca tus dificultades para pasar a la acción, o evita el momento en el que tus sueños mueren y Dios mata a un gatito

Hasta aquí, más o menos, todo bien. Tienes propósitos. Tienes sistemas. Has comprado las uvas, te has puesto bragas rojas y 2019 se extiende frente a ti lleno de promesas. 

El pequeño problema es que una vez te has propuesto algo, tienes que hacerlo. Y para la mayoría de nosotros, la cosa va así:

Tu Emanem de hoy es que vas a dedicar una hora a hacer origamis con tu hija de diez años, Julia.  Se alinea con tus propósitos de pasar más tiempo en familia y aprender cosas nuevas.

Por seguir con lo que parece haberse convertido en el tema del post

Llega el momento y ahí estáis las dos: ella en el sofá, viendo una serie en su tablet; tú en el sillón, mirando posts de Instagram sobre cenas saludables para familias con niños y pensando vagamente en que deberías comprar la verdura en la tienda de tu barrio y no en el Carrefour, y de paso llevar tus propias bolsas y dejar de cargarte el planeta.

Te suena una alarma, porque has sido precavida, has seguido los consejos de Psicosupervivencia y te pones alarmas para jugar con tu hija, por feo que suene; si no, te arrastra la marea del día a día y no encuentras tiempo para lo importante.

¿Qué pasa ahora?

Te da pereza. Tienes que levantarte del sillón, buscar el papel para origami que no tienes muy claro dónde está, convencer a Julia de que un tiempo de calidad con su madre es mejor que el último episodio de ¿Violeta? ¿Hannah Montana? No sé lo que ven las niñas de diez años en 2018, ¡mi hija tiene dos meses, dadme un respiro! Lo vais a poner todo por medio, luego se hace tarde para cenar y acabáis acostándoos a las tantas, y además ¿por qué no se encarga su padre, que está ahí tan contento jugando al ajedrez online con un desconocido de Chile?

Además, está la Vocecilla Supuestamente Sensata, o VSS. Te dirá, por ejemplo, que en realidad este también es un momento familiar y bonito: los tres ahí con vuestras pantallas, sí, pero al menos estáis juntos y tranquilos y, además, ¿no leíste hace poco nosequé estudio que decía que no hay que limitar el tiempo de pantallas de los niños? ¿Que así solo consigues que lo deseen más y se hagan adictos? ¿Y si una tarde de origami convierte a la pobre Julia en HEROINÓMANA?

¡Tienes razón, VSS! Lo más sensato que puedo hacer esta tarde es quedarme aquí sentada, disfrutando del silencio de la casa (Dios bendiga a los auriculares que por fin has convencido a tu hija para que utilice), y en un rato me levanto y así hago la cena prontito y nos vamos todos a dormir, que leí también por ahí que los preadolescentes duermen menos de lo que deberían y eso afecta a su rendimiento escolar. ¿Y si una tarde de origami convierte a la pobre Julia en UNA SIN TECHO?

¿Cómo acaba todo?

No hacéis origamis, seguís con las tablets y móviles hasta la hora de la cena y te vas a dormir pensando que ahí se va sin pena ni gloria otro día que no volverá jamás.

Esta escena resume las dificultades para pasar a la acción más frecuentes que tenemos los humanos:

Sensaciones desagradables y pensamientos negativos

La pereza, el miedo al fracaso, la incomodidad, el cansancio: alguno o todos aparecerán cuando llegue el momento de tu Emanem. ¿Por qué? Pues no sé. Los seres humanos estamos fatalmente diseñados. La cuestión es que sucede y tienes que encontrar la manera de hacerles espacio y actuar con ellos, sin esperar a que desaparezcan.

De esto he hablado largo y tendido en el blog, así que te recomiendo el último de los posts de la Metáfora del Jardín(5) para no repetirme más que el ajo.

Vocecilla Supuestamente Sensata

La VSS es como las plaquetas, pero de tu voluntad: cada vez que algo amenaza con obligarte a usarla, la VSS construye una barrera de pensamientos convincentes para que te la reserves. 

Mejor serie infantil ever.

A veces es tan rápida que ni siquiera notas los pensamientos y sensaciones chungas: la VSS ha creado un manto de autojustificaciones que hacen que te sientas hasta bien. 

«Mejor no salimos al campo hoy, que la niña es muy pequeña y hace frío. ¡Qué buena madre soy!».

«En vez de escribir, me voy a la cama otra vez, que tengo que descansar. ¡Cómo me cuido!».

«No voy a hacer yoga porque mejor me pongo a trabajar del tirón y me cunde la mañana, pero luego de verdad, de verdad que voy a dar un paseo. ¡Qué responsable me he vuelto!».

Todo esto son ejemplos reales de mi VSS. Yo soy una profesional de crear y creerme mis propias excusas; quizá es porque como trabajo en esto, confío un montón en mí misma y me apaño para sonar súper convincente. 

Si te pasa como a mí y tu VSS es tu Waterloo, no te va a quedar más remedio que prestar más atención de lo normal a los momentos en que aparece. Como yo esto todavía no lo he superado, puedo darte ideas, pero solo desde la teoría. 

Algunas son:

  • Confía en tu yo del pasado. Imagina que es otra persona con más autoridad que tú: un jefe, un sargento, ¡un dios!: alguien con quien no puedes razonar y a quien no te queda más remedio que obedecer.
  • Pregúntate si lo que te propone la VSS supone realmente cuidarte.
  • Imagina cómo vas a sentirte al final del día si le haces caso y compara con cómo te sentirás si la ignoras y actúas.

Distracciones

Nos estamos cargando nuestros propios cerebros. Ya no se trata de la mente de mono de la que hablan los budistas, refiriéndose a que la naturaleza humana es la distracción. Ahora hemos cogido al mono, lo hemos atiborrado de esteroides y en vez de estar en la selva está en Las Vegas. 

Mono metafórico budista hasta el año 2000, aprox:

Mono metafórico budista actual:

Hemos convertido el mundo en DistraccionLandia.

Mi amiga Arantxa ha vuelto a la universidad y me contaba hace un par de días que sus compañeros de clase, diez años menores, alucinan con su capacidad de concentración y con que se acuerde de lo que hay que hacer. «Claro —dice ella—, si están todos en clase con el móvil, cómo se van a acordar». 

¡Estamos creando generaciones enteras de adultos con déficit de atención! La parte positiva es que esta será la nueva normalidad y yo ya no quedaré como despistada. Ahora todo el mundo entiende que te olvides de cosas. Es como el Ensayo sobre la ceguera, de Saramago, que habla de un mundo en el que los humanos empiezan a quedarse ciegos, solo que se trata de un Ensayo sobre la distracción: millones de personas que estamos olvidando cómo leer.

Si quieres ser de los que no se quedan ciegos, asúmelo: tienes que poner límites a tu vida digital

Esto es así. Mírate el anuncio de Navidad de IKEA un par de veces. Recuerda cuándo fue la última vez que aguantaste más de una hora sin mirar el móvil. Y ahora piensa en qué puedes hacer en 2019 para evitar distracciones.

Algunas ideas:

  • Identifica los Pozos Infinitos (o lo que en Make Time llaman Infinity Pools, que son esas piscinas tan chulas que están a ras de suelo): todas las aplicaciones que ofrecen un surtido infinito de distracción. Estas no son solo las redes sociales: también puede ser el mail o tu navegador de Internet. 
  • Elimina los Pozos Infinitos de tu teléfono. Suena radical, lo sé, pero en serio, ¿quieres volver a ser capaz de leer libros? ¿Quieres mirar a tu hija a la cara mientras hacéis origamis, o lo que sea? ¿Quieres que el resumen de tu 2019 te lo dé FUCKIN FACEBOOK CON UN MONTAJE EN PSEUDO-POWER POINT DE CUÁNTOS ME GUSTA HAS PUESTO? (Perdón por las mayúsculas, pero esto es importante).
  • Algunos Pozos Infinitos son más complicados de eliminar que otros. Lo que más me ha servido a mí ha sido usar la aplicación Tiempo de Uso del iPhone, concretamente la parte de restricción parental: haz cambios y después pídele a otra persona que modifique el código de acceso. No sé cómo se hace esto en Android; si tú sí, cuéntamelo en los comentarios.
  • Usa aplicaciones que controlen Internet, tipo Freedom(6).
  • Si tienes un trabajo creativo como el mío, o si quieres desarrollar un hobby que utilice ordenador, como la escritura o el diseño gráfico, plantéate buscar un segundo ordenador e inhabilitarle el acceso a Internet de manera permanente. Yo he comprado un MacBook de 2009 por 180 euros en Wallapop, y hay muchos otros reacondicionados y a buen precio en BackMarket(7).
  • Consulta los servicios de mensajería al final del día y limita el tiempo: dedica tu atención al mail y a Whatsapp solo al terminar tu día de trabajo y ponte una alarma para terminar. 

Hay millones de maneras de reducir la influencia que la tecnología tiene en tu vida: utiliza tu creatividad o busca ideas en Internet (sí, soy consciente de la ironía). Cada vez hay más personas con ganas de recuperar su cerebro, así que cada vez hay más espacio mental dedicado a cómo hacerlo.

Empieza aquí y ahora a aplicar las propuestas de este post

Como sigo sin saber resumir y no quiero que te abrumes, he aquí una guía rápida de cómo aplicar (algo de) lo aprendido en este post aquí y ahora.

  1. Haz una lista de cinco Emanems que te gustaría tener en algún momento de 2019. Anótalos en el procesador de texto del ordenador en que estás leyendo esto, o en una servilleta, o en un mail.
  2. Idea tres estrategias para lidiar con tus pensamientos negativos, tu Vocecilla Supuestamente Sensata y la distracción digital (una para cada una).
  3. Ponte una alarma para mañana a primera hora. Ese será el momento de pensar y programar el Emanem.
  4. Coloca una libretita o un trozo de papel para reflexionar en tu mesita de noche o debajo de tu edredón.

Si lo haces, cuéntame en los comentarios qué tal te ha ido.

Y si tu Vocecilla Supuestamente Sensata te convence de que ahora mismo no tienes tiempo, o energía, o ganas… Aquí hay una Guía Ultrarrápida: haz al menos una cosa.

  • Recuerda lo mejor de 2018.
  • Piensa en un Momento Memorable que quieras tener en 2019.
  • Crea una intención para lo que queda de día.
  • Reflexiona sobre ayer durante cinco minutos.
  • Pasa una hora sin tu móvil.
  • Escribe en un post-it: «¡Ignora a la Vocecilla Supuestamente Sensata!» y pégalo en tu nevera.

Elige una acción diminuta y complétala. Después cuéntamelo en los comentarios.

Solo tú puedes convertir 2019 en algo especial (o al menos un poco mejor que 2018)

Hace algún tiempo oí a David Cancel decir en un podcast sobre paternidad que la única misión de cada generación es ser un pelín mejor que la anterior. Que no hay que esforzarse por crear hijos perfectos, sino cumplir con tu misión darwinista y ayudar a que la especie avance un poquito. En lugar de deprimirme, a mí eso me ayudó: me quitó presión.

Espero que lo de «un 2019 un poquito mejor» también te quite presión a ti. Me encanta pensar en sistemas complejos y perfectos para agarrar por fin a la vida por los cuernos, pero la realidad es que muchas cosas se me escapan. Y está bien. Otras no se me escapan, y en medio me quedan muchos buenos momentos.

Espero que tu 2019 esté lleno de momentos memorables, de risas, de amor y de crecimiento. Y de un poquito de Psicosupervivencia.

Nos vemos al otro lado.

(Quiero decir al otro lado del año. Porque ¿y si muero después de este post, y se queda como una premonición siniestra, como le ocurrió a Scott Dinsmore cuando escribió sobre pasar un tiempo desconectado(8), y justo después tuvo un accidente subiendo el Kilimanjaro y murió? Universo, ¡nada de dobles sentidos! ¡Quiero seguir viva en 2019!)

(¿Y si el párrafo anterior queda como una Premonición Aún Más Siniestra? ¿Debería borrarlo todo y…?)

(¡Cállate, cerebro!)

Feliz año nuevo, jipis.

 

Enlaces del post:

1  The Perfect System, Leo Babauta.
Make Time, de Jake Knapp y John Zeratsky.
Lista de valores.
Curso básico de movimiento de Rober Sánchez.
Cómo actuar con los pájaros (pensamientos desagradables y sensaciones negativas)
Freedom: app para bloquear Internet de tus dispositivos.
BackMarket: web dedicada a productos reacondicionados.
Último post de Scott Dinsmore.

[Fuente de las imágenes: las he encontrado en Internet saltando de un sitio a otro. La del mono normal la he sacado de iStockPhoto, y la del mono loco de DailyHaha.com. Si alguna de las demás es tuya, por favor, avísame para que lo incluya.

Image sources: I’ve found most of them browsing around the Internet. If any of them is yours, please let me know so I can give you credit.]

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28 comentarios
28 comentarios
  1. Ester diciembre 30, 2018

    Muchas gracias Marina!! Como siempre has convertido en algo fácil la tarea, para mí complicada, de darle sentido a cada día.
    Feliz año y me pongo con los emanems para ya!

    Un saludo!!

    Responder
  2. Malena diciembre 30, 2018

    Me encanta lo de “Ahora, vida, quiero la revancha” Esa frase sí que es motivadora, te borra todo lo angustioso y te pone en modo positivo y casi chulesco, bueno, chulesco no, en modo asertivo agradable y eficiente. La voy a usar en privado y a lo mejor en público ¿Puedo usarla en mi WhatsApp? Prometo darte los créditos.

    Lo demás muy útil también, gracias!

    Responder
    • Marina diciembre 30, 2018

      ¡Claro que puedes usarla, Malena! Y sin créditos también. Abrazos,

      Marina

      Responder
      • Malena diciembre 30, 2018

        Ah, y gracias por mencionar, en la anterior psicoletter lo de no obligar a los niños a dar besos. Es un tema que cada vez más gente menciona y dando unas explicaciones muy importantes, por ejemplo que si les exigimos besar y recibir besos de extraños les estamos enseñando que su cuerpo y sus deseos no les pertenecen, que tienen que aceptar cosas que no desean, y no solo de extraños, tampoco debe ocurrir ni siquiera con familiares, abuelos, padres. Mil gracias por compartirlo.

        Y los emamemns, muy bueno y muy útil, deseando ponerlo en práctica!

        Responder
  3. Laura diciembre 30, 2018

    Eres la mejor. ¡Feliz año nuevo, Marina!

    Responder
  4. Alex diciembre 30, 2018

    ¡Genial post, Marina! Me ha encantado la idea de los Emanems, y me he sentido verdaderamente identificado con la Vocecilla Supuestamente Sensata, es uno de mis mayores enemigos.
    En mi caso, estoy bastante contento con cómo ha ido mi 2018, pero en el 2019 me gustaría dedicarle menos energía mental al trabajo y más a disfrutar y a tener momentos memorables.
    En cualquier caso, gracias por acompañarme en parte de este 2018 y por hacerlo un poquito mejor 🙂 ¡Feliz año nuevo desde Tailandia!
    Alex

    Responder
  5. Laura diciembre 30, 2018

    Gracias Marina!! Por todo, por acompañarme este año de muchas formas, virtualmente y también en persona!! Me voy a poner ahora mismito con mis M&Ms 😉 Que tengas una preciosa entrada del año!! Nos vemos en 2019 😉 Un besito

    Responder
  6. Miguel diciembre 30, 2018

    Gracias Marina. Muchas gracias.

    Da gusto los ánimos y los objetivos que das, más o menos comunes por su importancia.
    Ahora a ver de lo que somos capaces.
    Feliz Año a todos.

    Responder
  7. Elisabet diciembre 31, 2018

    Gracias Marina por todo lo que escribes y compartes con nosotros!!! y gracias por este post que me ha dado el empujoncito que necesitaba para abordar la reflexion de fin de año y los propósitos para que el 2019 no se me escape sin darme cuenta.

    Feliz año nuevo cargadito de Emanems para todos!!

    Responder
  8. Beatriz diciembre 31, 2018

    Muchísimas gracias por todas tus aportaciones, Marina. Espero seguir disfrutando de ellas el año que viene y alegrándome de paso de lo bien que te va…
    Feliz 2019 para todos.

    Responder
  9. José María diciembre 31, 2018

    ¡Muchas gracias, Marina!
    Por todo, por cada viernes, por cada post, por cada poquito de ti que nos vas dando y que nos va ayudando, animando…
    Un besote.
    Chema.

    Responder
  10. Camila diciembre 31, 2018

    Hermoso post para cerrar / arrancar el año.
    HOY VOY A PASAR UNA HORA SIN MI MÓVIL. (Sí, necesito decirlo en mayúscula para convencerme de eso)
    y MAÑANA VOY A IGNORAR MI MÓVIL Y CHEQUEARLO SOLO EN ALGUNOS MOMENTOS.
    Me gusta esto, intentaré empezar con pequeños cambios el 2019
    Felicidades!

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  11. Virginia enero 1, 2019

    Muchas gracias Marina!, ya tengo mi primer MMS: acabar reescríbete

    Feliz 2019!

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  12. Mara enero 1, 2019

    Feliz año y maternidad. Ire leyendo y sacando jugo a este post. Tienes toda la razón demasiadas disteacciones. Ya llevo tiempo reduciendo tiempo con movil, redes, e internet. Si quieres hacer cosas, ejercicio, compartir tiempo, leer, escribir y medio organizarte, que ya cuesta, no queda otra. Saludos y mis mejores deseos a todos.

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  13. Paula enero 2, 2019

    Gracias Marina. Sigo todos tus consejos y me sirven muchísimo. Desde Septiembre tengo en la mesita de noche una libreta en la que escribo por la mañana y por la noche. Me sirve para organizarme, reflexiónar, proponerme cosas…La he dejado en Navidad pero a partir de mañana volveré a utilizarla. Un gran beso a Alana

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  14. roman enero 2, 2019

    Excelente Marina!!! Esto es lo que estaba buscando. Lo voy a leer detenidamente en mi casa. Me encanto lo primero que pusiste. Somos mediocres, somos la media. Me sentia tan identificado con la mediocridad, que vos me hiciste sentir mejor!!! El año pasado lo intente, pero lo hice medio tarde, a mediados de año. Pero ahora quiero arrancar desde el alba del año. Quiero intentarlo por lo menos, intentar cambios, lograr objetivos.
    Graciassssss, ahh y te ire comentado los objetivos que elegi.
    Abrazote enorme!!!!
    Roman

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  15. Moon enero 4, 2019

    Muchas gracias y feliz año nuevo Marina!

    Soy muy fan tuya aunque hasta ahora no me he animado a escribir ningún comentario en el blog. Me gusta muchisimo cómo escribes, con gran sentido del humor y esa cercanía y los consejos que das en cada post. Me han servido de mucho la verdad. Incluso les he hablado de tu blog a gente cercana porque pienso que es muy recomendable seguirlo.

    Un fuerte abrazo!

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  16. Eva enero 4, 2019

    Mi acción a completar es decirte lo genial que escribes, que cada viernes (ejem) me lo planteo y por falta de tiempo lo dejo para el siguiente. Este artículo me ha dado un chute inmenso de energía y ganas de vivir.

    ¡Feliz 2019!

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    • Marina enero 4, 2019

      ¡Qué maja, Eva, muchas gracias! Jajaja, ese ejem tiene todo el arte. Besotes y feliz 2019 a ti también.

      Marina

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  17. patricia enero 4, 2019

    Que buena lectura me has regalado, excelente ideas… Muchas gracias y Feliz año nuevo =)

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  18. Gloria enero 5, 2019

    ¡Feliz Año Nuevo, Marina! Estoy ‘in love’ con este post y con el hecho de de haberme regalado para la tarde de Reyes este MM para idear un 2019 un poco mejor. Gracias por ayudarnos a poner en marcha estrategias para conseguirlo. Ya tengo mis Emanems para el 2019, mis estrategias frente a los PN (actuar como si mi sueldo diario dependiese de ello, del mismo modo que me levanto para trabajar a diario), la VSS ( visualizarme satisfecha haciendo el MMs) y las distracciones (solo usar redes sociales e internet 30’ los fines de semana al final del día) y por último he creado mi alarma para fijar mis MMs diarios y mi sistema de reflexión nocturno. ¡A por ello! ??

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    • Marina enero 9, 2019

      Muy máquina, Gloria. ¡Enhorabuena! Abrazos,

      Marina

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  19. Debora enero 14, 2019

    Tengo mucho para decirte, pero por ahora lo resumiré en: eres genial, te amo, gracias por tu amistad virtual, espero que este sea un año mucho mejor para vos! y para mí igual, que el 18 estuvo fatal, con mucho aprendizaje si.
    Cariños, Marina!

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  20. Marina enero 21, 2019

    La Vocecilla Supuestamente Sensata y Los Pozos del mal, fagocitadores de mi tiempo y atención no van a poder conmigo. Tenía que decirlo 😀 Hoy he completado mi lista simplificada. Llevo tiempo implementando estrategias de las que hablas, dejándolas, volviendo…Este post me ha ayudado a estructurar con más claridad todo ese jaleo. Gracias.

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  21. Ana enero 22, 2019

    Muchas gracias Marina, tus artículos siempre dan en la diana conmigo, es genial!
    Lo leí hace ya días y estoy inmersa en mejorar mi planificación, porque estoy en desempleo y se me va el tiempo y no avanzo en lo importante, y me ha surgido una duda con los conceptos sobre planificación que he estado leyendo y los Emanems; objetivos, grandes rocas,…¿Los Emanems dónde estarían? ¿son objetivos, grandes rocas, son algo más? espero que se entienda la pregunta. Gracias y un abrazo, feliz 2019!

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    • Marina enero 25, 2019

      Hola, Ana!

      Es una buena pregunta. Un Emanem es una unidad de empleo de tu tiempo. Puedes usarla para avanzar hacia un objetivo, cultivar una habilidad o simplemente tener un momento especial en tu día. Lo importante es que sea algo significativo, importante pero no urgente, que te haga avanzar en una dirección que valoras. ¿Te aclara esto algo?

      Abrazos,

      Marina

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  22. Jeancarla febrero 20, 2019

    Es una gran guia..
    Muchas gracias Marina
    Hice algunos de los pasos, aplicaré el resto poco a poco

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