Mi padre dice que las excusas son como el culo: todo el mundo tiene una.
Por eso, no voy a perder el tiempo excusándome por mi baja frecuencia de posteo últimamente.
Sólo diré que, de un tiempo a esta parte, me sentía vacía, sin fuelle, con falta de energía para un proyecto en el que, sin embargo, no he dejado de creer en ningún momento.
Luché como pude, bien lo sabe Dios. Me levanté a las seis de la mañana durante unos dias un tiempo, escribía notitas en Evernote durante las reuniones de trabajo y escuchaba podcasts motivantes en el coche.
Entonces, a finales del mes pasado, me topé de nuevo con el NaNoWriMo: la convocatoria internacional de escritura ultrarrápida de novelas, que tiene lugar todos los noviembres. Lo pensé un momento, decidí no participar y me fui en el puente de Todos los Santos a escalar con Pablo.
Al lunes siguiente, día 4 de noviembre, me senté al ordenador y escribí 5000 palabras seguidas de una novela que lleva tiempo rondándome mi cabeza.
Así que me inscribí.
(Luego borré la mayor parte de esas 5000 palabras y cambié el primer capítulo entero, pero lo importante no es eso, que nos perdemos)
La cuestión es que llevo una semana escribiendo como una desquiciada. Tal día como hoy, llevo 19394 palabras de mi flamante novela y futuro best seller, y pretendo seguir así hasta llegar a las 50000 que requiere ganar el concurso.
¿Por qué os cuento todo eso, oh, pacientes lectores?
a) Para disculparme por abandonar este blog durante los mil años que llevo rascándome la bola noviembre.
b) Para decir que a veces, cuando uno siente que le lleva la corriente, no es mala idea dejar de luchar y fluir un poco. Si estás metido en algo hasta las cejas y no avanzas, salir durante un tiempo y dedicarte a un proyecto totalmente distinto puede darte una visión nueva. El equilibrio entre la perseverancia y el darse golpes contra un muro es delicado. Por eso, queridos lectores, de vez en cuando merece la pena enamorarse de un proyecto nuevo y dejarse llevar.
Y con esto me despido hasta diciembre, si todo va bien. Muchas gracias por vuestra paciencia. Sois amor con patas.
Ah, y si queréis leer algunos de mis relatos de ficción, podéis echarles un ojo aquí.
Ánimo Marina! yo lo que te tengo no es paciencia sino fe.. asi que hazte feliz y disfruta de los nuevos ritmos.
un abrazo!
¡¡Qué lindo comentario!! Muchísimas gracias. Un abrazo enorme.
Recuerda la dedicatoria de la novela : «A Peka y Aran, que me dejaron colgar en skype para continuar escribiendo»
Ánimo!
Te queremos!
La recordaré… la tarde de hoy ha sido CLAVE en el desarrollo de la novela 😉 Besotes!
Me parece genial que te dediques a tus pasiones, ¿qué mejor que predicar con el ejemplo?.
Yo quiero leer lo que escribas, pero cuando esté terminado, me apunto a la lista para estar informada.
Un beso guapa
Muy bien 🙂 No pretendo mandar fragmentos ni borradores a quien se apunte a la lista; se trata sólo de informar por si en un futuro corrijo la novela y la edito o pongo a la venta en alguna plataforma, para que quien esté interesado no se la pierda.
Muchos besitos, maja.
OHHHH!!Me encanta!Me gusta verte ilusionada con algo, que te veía muy pochi ultimamente!!
Te echamos de menos mil en la quedada, creo que te hubiese venido de perlas!
Deseando estoy de leer tu libro!<3
Chu!!
PD:Amor con patas eres tu!!XD
¡¡¡¡¡¡Animo!!!!!!!!
Muchas cosas pueden cambiar, pero tu pasi,on por la escritura es un amor eterno ;))
Ya tienes muchos compradores potenciales que te apoyaremos para que tu sueño se haga realidad…De aho a la fama….un paso
;))
Un beso
Silvia
Vamos jipis!! todos a una!!
ÁNIMO MARINA¡¡