Empieza septiembre y el mundo huele a motivación. La vuelta al cole. Las agendas nuevas, relucientes, con su montón de hojas en blanco. Una segunda oportunidad después de que las buenas intenciones de enero haga tiempo que se agotaron.
Y, ¿qué objetivos puedes marcarte para este curso?
Quizá el más obvio.
«Yo solo quiero ser feliz».
Que yo no te deseo un curso feliz, ni te prometo que este blog te vaya a servir para lograrlo.
La felicidad no es una tarta. No es un estado al que llegas y ya está. No te puedes sentar sobre ella el resto de tus días.
El mundo es, por naturaleza, inestable, cambiante. Sobrevivir en él se parece más a hacer equilibrio sobre una pelota enorme. No esperas a que la pelota se quede quieta. No te crees capaz de inmovilizarla con un chorro de felicidad.
Yo te deseo que este curso esté lleno de propósito, de sentido. Que te levantes cada mañana sabiendo, o en proceso de averiguar, tu «por qué» y tu «para qué».
Que pienses, aunque solo sea un momento, en qué van a decir los demás de ti el día de tu funeral, y después lo des todo cada día para vivir de acuerdo a las palabras que te gustaría oír.
Te deseo que sientas placer, alegría, entusiasmo. Pero también te deseo que si un día no los sientes; si, como persona que eres, te levantas con el pie izquierdo y te atropellan la rabia o el desconsuelo, sepas que no es el fin del mundo.
Que puedes encontrar el sentido de tu vida en tu misión. Que no hace falta que te sientas bien todo el rato.
Te deseo que tengas la voluntad de aceptar todas las emociones que trae consigo una vida plenamente vivida. Que, si es el precio a pagar, pagues gustosamente con ansiedad, incomodidad, miedo, vulnerabilidad o tristeza para convertirte en la persona que quieres ser.
Espero de corazón que te dejes fascinar por el mundo. Que te involucres en lo que tienes alrededor. Que dejes que los demás te conozcamos. Que te expongas, te lances, te arriesgues.
No busques la felicidad. Suena a porcelana china muy cara, que se puede romper solo con estornudarle cerca. En lugar de eso, busca la libertad. Busca ser, como dice Susan Sontag, la persona más amplia, más inclusiva, con más capacidad de respuesta que puedas ser.
Buscar la felicidad quiere decir, a menudo, huir de la infelicidad. Y eso te convierte en una bola de billar, que va de aquí para allá tratando de encontrar el camino de menor resistencia.
Y deja que te diga algo:
tus sueños no están al final del camino de menor resistencia.
Ni siquiera buscar la satisfacción en tu presente es sencillo. Requiere que seas paciente, persistente, que te mantengas ecuánime.
Requiere ser capaz de sentarse con la incomodidad de prestar atención, aquí y ahora.
Pero no que seas feliz. Buscar la felicidad en el presente, de hecho, es la forma más rápida de perderse todo lo demás.
Espero que no tengas un curso feliz, jipi. Porque lo contrario de ser feliz no es ser infeliz.
Es ocuparte de lo que te importa.
Es interesarte.
Es fascinarte.
Eso es lo que te deseo en este curso 2016-17.
[Este texto está inspirado en este precioso cómic de The Oatmeal. Muchas gracias a Eduardo por enviármelo. Gracias también a Gaby Carreira por la cita de Susan Sontag]
Marina, que me emociono! 🙂
Me encanta que mi recopilación de mujeres inspiradoras haya trascendido hasta aquí.
Gracias a ti por darle un poquito de sentido a la locura de vivir.
Un abrazo.
Es que la cita de la Sontag es preciosa, Gaby 🙂 Un abrazo muy fuerte!
Marina
¡Hola Marina!
Me apunto a la impermanencia de la felicidad y a la aventura de la vida!!!
Precisamente ahora …
Estoy viviendo uno de los momentos más bonitos de mi vida, por haberme lanzado de cabeza y sin paracaídas, haber traspasado el miedo, la incertidumbre, haber salido de mi zona de confort, haberme atrevido a expresar un sentimiento nacido hace 30 años, y decidir exponerme sin dudar, a decepcionar o que me decepcionen ( algo que no ha ocurrido).
Me uno a la fascinación del descubrimiento, el auto conocimiento, la dificultad, la contradicción, los ajustes,el crecimiento,Y a todos los sentimientos habidos y por haber a los que me pueda enfrentar.
Porque es un viaje apasionante, irrepetible, único, Al que no quiero renunciar, y quiero vivir con toda intensidad y con todas las consecuencias.
Me encanta tener la oportunidad de vivirlo, y haber tenido la decisión de lanzarme
(Gracias, vipassana 2016)
Gracias, Marina.
Un abrazo
Silvia
;))
Hola, Silvia!
Qué bueno esto que me cuentas. Te deseo lo mejor en esta aventura de la vida. Lo del sentimiento de 30 años me ha dejado intrigadísima!
Un abrazo!
Jajajsjaja
Pues te lo cuento!
Que yo siempre digo que hablar de sentimientos es bonito, y que si son alegres además se contagian…
conocí a Hernan hace 30 años en casa de mi primo Pablo (es su mejor amigo desde hace 40 años) cuando ellos tenían 19 y yo 14.
Era (es) un chico encantador, magnético, con mucha personalidad, inteligente, irónico, con mucho sentido del humor, que me flipaba y me enamoraba con cada gesto que hacía. Pero claro, yo era una niña para el, y aunque hablaba conmigo y era simpático, no me hacía ni caso…
Pasaron los años y mi primo se casó con su primera mujer, él tenía 27 años y yo 22. Estuvimos hablando toda la noche, con mucha complicidad, poniéndonos al día de nuestra vida, y como no podía ser de otra manera…¡Me volví a enamorar de lleno!
Conservaba todos sus encantos y más que le veía, pero lo máximo que hizo fue cogerme del brazo, darme un beso en la mejilla y decirme «que maja eres».
A mí me daba la sensación que algo le gustaba, pero seguía sin hacerme caso.
Cada vez que lo veía me enamoraba de el con mucha intensidad, pero como no me hacía caso, a los pocos días me olvidaba y seguía mi vida.
Fui a veranear con mi tía a la misma zona donde el veraneaba para ver si lo veía y no lo vi, prepare una fiesta de cumpleaños con todos mis amigos de Valencia y le invite a él, pero no vino. Lo volví a ver en la segunda boda de mi primo, ya con 33 años yo, y ahí, aunque seguía gustando y me daba un vuelco al corazón al verle, bloquee ese sentimiento porque estaba empezando una relación con otro chico.
Seguía pasando el tiempo…
Y bueno, el resumen es que después de 2 años sin verle, hablando de él y a punto de meterme en el retiro de meditación de vipassana de Barcelona, le pedí a mi primo que le tanteara porque me había decidido a echarle los tejos de forma directa… Pero seguía sin enterarse…
Así que después de 10 días de retiro, pensar mucho en el, y decida a que se enterara, y además envuelta por la magia de la vipassana con la ecuanimidad, aceptación, agradecimiento, desapego, y benevolencia como bandera, Jajajsjaja, le grabe un audio de 14 minutos declarándome y diciéndole todo lo que había sentido desde que le conocí, hasta hoy, proponiéndole vernos y conocernos más.
Total… Si me daba calabazas era el mejor momento porque no me iba a afectar, y no tenía nada que perder.
Y el resultado es que no solo no me dio calabazas, sino que el tiempo que he pasado con el, ha sido de los mejores de mi vida (mi sueño hecho realidad) y la historia continua de forma cada vez más intensa y más bonita!!!
Así que estoy que no me lo creo. Porque además he descubierto que no solo no ha perdido ni una de las cualidades que hicieron que me enamorara de el, sino que día a día, descubro más y más… Es entrañable, sensible, considerado, detallista, auténtico, y una cosa muy bonita que valoro enormemente… Se ha enamorado de mí alma!
Y eso… Eso es LO MAS MARAVILLOSO DEL MUNDO. Porque mi alma lleva enamorada de la suya (y de él en general, que me gusta mucho) hace más de 30 años… Y quién sabe si también de otras vidas.
Así que lo mire como lo mire, es una experiencia increíble que continúa, y que por nada en el mundo me hubiera querido perder… Hay 800 km de distancia, pero a mí nunca me han frenado esas cosas…
Hay que ser valientes y VIVIR, atreverse! Salir de la zona de confort! Arriesgarse!! Aprender, y apasionarse.
Yo sigo de nubecilla en nubecilla
;))
Un abrazo
Silvia
;))
Un abrazo
¡Qué historia increíble, Silvia! ¡Qué bonita! Muchas gracias por compartirla con nosotros. Enhorabuena por echarle tanto valor. Disfruta de esto tan mágico y especial que tienes 🙂 Un abrazo muy fuerte!!
Gracias Marina!!!
Eso hago! ?
No me quiero perder nada de nada.
Un abrazo
Felicidades, Silvia. Tu historia es una fuente de inspiración para los que a veces perdemos la esperanza. Me ha encantado.
Gracias Jorge!
La esperanza nunca hay que perderla!!
Pero tenemos que ser pro activos para que las cosas PASEN
¡Tenemos que hacer que pasen!
Esto me ha confirmado de nuevo, que los miedos y las inseguridades lo único que hacen es lastrarnos.
Que hay que seguir más al instinto, seguir las señales de la vida, y no tener miedo a VIVIR. Y vivir implica felicidad y sufrimientos, todo va en el mismo lote, pero merece la pena hacerlo… No esperar a que las cosas pasen, HACER QUE LAS COSAS PASEN!
Un abrazo
Silvia
Breve,pero buenísimo como siempre,Marina.Two thumbs up!
Muchas gracias, Adriana! Un abrazo fuerte.
Marina, enhorabuena por el post. Es un concentrado vitamínico para la psique y el alma. Con ganas de leer el siguiente.
¡Muchas gracias, Jorge!
Quería escribir algo sencillito y, como tú dices, «vitamínico» para empezar el curso. Después de la vara que os estoy dando vía newsletter, tampoco me quería pasar 😉 ¡Un abrazo!
Hola Marina!
Aquí presente! una fiel leyente.
Cómo siempre, magnífica, cercana y empática!
Solo un pequeño apunte: no pienso en qué dirán cuando me muera, porque sinceramente no me importa! 😉
Vivo de acuerdo a mis valores y a sentirme bien conmigo mismo desde el respeto hacia mí y hacia quien me rodea, ya sea otros seres vivos humano o no humanos.. (detesto esa superioridad humana!)
Te deseo tb un No feliz inicio de curso 😉
Un abrazote!!!!
¡Hola Marina!
Me ha encantado tu post de inicio de curso 🙂
Sobre todo eso de animarnos a buscar nuestro «para qúe» eso tan importante que muchas veces olvidamos en nuestro día a día.
Porque después de este post ya tenemos el chute de energía necesario para ser unos buenos navegantes emocionales 🙂
Un abrazo!
¡Gracias, Sara! Un abrazo,
Marina