Cuando tenía dieciocho años, dejé la carrera de Periodismo y me deprimí. Llevaba un par de meses estudiando en la Autónoma de Barcelona cuando me di cuenta de que no me gustaba, así que después de los exámenes del primer cuatrimestre, decidí quedarme en la universidad el resto del año para cursar asignaturas de libre elección, escribir y, en general, tomármelo con calma.
Duré un mes. En marzo estaba de vuelta en Málaga, tristísima, sintiéndome perdida y muy sola. Allí tuve que esperar otros seis meses hasta poder empezar psicología. En esos seis meses me saqué el carnet, traté de meditar y leí mucho, pero la sensación de apatía y falta de sentido persistió. Recuerdo cómo me arrastraba por sección de autoayuda de la librería, tratando de encontrar la respuesta a por qué estaba hecha una mierda sin ningún motivo en concreto.
Después de empezar psicología, tardé años en ser capaz de gestionar mi tiempo libre. Cada vez que pasaba una tarde entera o un fin de semana sin hacer nada concreto, regresaba esa terrible tristeza y me sentía fatal. Cinco años después, cuando aprobé el PIR, volví a estar casi cuatro meses sin hacer nada, hasta que llegó el momento de incorporarme a la plaza. Esta vez había estudiado por mi cuenta durante medio año, así que pensé que sabría organizarme. A las dos semanas de hacer el examen, estaba acostándome a las tres de la mañana, levantándome a las doce y con el ánimo por los suelos. No sabía qué había hecho mal.
Algunos me habéis preguntado en el artículo sobre el burnout si cuando uno trata de descansar, no corre el riesgo de deprimirse. Tenéis razón en que la inactividad deprime. Lo he visto en mí misma y en mis pacientes. Bajas, jubilaciones, desempleo: todos son factores de riesgo para la tristeza.
Ahora estoy en paro. Cuatro años después de mi último período inactivo y con algo (no mucho) más de experiencia sobre la vida, no voy a dejar que la tristeza me atrape de nuevo. Si estás pasando por algo parecido, quizá este artículo te ayude. Por supuesto, mi paro no será igual al tuyo, ni mis condiciones, expectativas o proyectos serán como los tuyos. Pero mientras peor estés y más perdido te sientas, más importante es que inviertas bien tu tiempo, porque más riesgo tienes de acabar deprimido.
Aprende a estar parado
[A partir de ahora, cuando me refiera a paro no será únicamente en el sentido laboral, sino en el de estar en un momento de la vida donde no tienes obligaciones inmediatas, planes concretos o una rutina estructurada]
Cuando empecé a preparar el PIR, pensaba que sabía estudiar: llevaba toda la vida haciendo exámenes. Pero no es lo mismo estudiar una, dos o tres semanas para el examen de una materia, que estudiar meses para un temario de oposición. No había que hacer lo mismo en más cantidad, sino hacerlo de forma distinta.
Con el paro pasa igual. Estamos acostumbrados a gestionar cantidades pequeñas de tiempo libre de forma predecible. Tener tiempo ocupado con el que compararlo nos permite saber exactamente qué esperar de él: en qué actividades emplearlo e incluso cómo sentirnos. Ningún trabajador o estudiante se siente culpable un viernes por la noche. Sabe que ha cumplido, se merece ese descanso y tiene que aprovecharlo.
El problema llega cuando todo tu tiempo es tiempo libre. Si no hay un tiempo ocupado con el que contrastarlo, lo primero que entra es angustia. ¿Qué hago yo ahora? ¿A qué me dedico? Hace poco, una persona cercana a mí recibió una buena cantidad de dinero de su seguro. Siempre había hecho lo mismo con su sueldo sin planteárselo demasiado: gastaba una parte y ahorraba un poquito para imprevistos. De repente, sin embargo, tiene un montón de pasta que no sabe cómo manejar. ¿Debería invertirla en la bolsa? ¿Irse de viaje? ¿Comprarse una casa porque la vivienda nunca baja?
Ahora que estoy parada, tengo un montón del capital más importante y escaso del mundo: tiempo. Eso es a la vez maravilloso y aterrador. Cada vez que empiezo a hacer algo, tengo que preguntarme: ¿es esto lo mejor que podría hacer con mi tiempo? ¿es una buena inversión? ¿me acerca a mis objetivos? Llega el viernes por la noche y no tengo muy claro si he aprovechado la semana y «merezco» ese descanso: debo convencerme de que sí antes de empezar a relajarme.
Es normal que tengas dificultades al principio, más allá de las preocupaciones laborales o económicas. A estar parado hay que aprender. De otra forma, igual que un nuevo rico corre el riesgo de desperdiciar su recién adquirido patrimonio, un nuevo parado puede dejar que se le escapen los días sin saber qué hacer con ellos. Y uno puede recuperar el dinero perdido, pero el tiempo no se recupera nunca.
Sé un alquimista del miedo
Hace unos días hablaba con un amigo que también es escritor. Después de mucho tiempo en paro, ha encontrado un empleo de lo suyo, que no es la escritura. Está frustrado porque no sabe si su trabajo le llena o si debería dedicarse a la escritura a tiempo completo. Yo trataba de hacerle bajar a la tierra: «has tenido años para dedicarte a la escritura a tiempo completo – le dije – y no has sacado nada adelante». «Ya – contestaba él – pero es que tenía miedo. Si ahora dispusiera de todo ese tiempo sin el miedo…».
No creo que eso sea posible. El paro, en todas sus modalidades, trae consigo el miedo. Tanto si dejas tu trabajo para montar tu empresa, como si coges una excedencia para dedicarte a proyectos personales, ese miedo es irrenunciable. Incluso los jubilados tienen miedo, porque ellos tampoco quieren desperdiciar su tiempo. Cuando llevas toda tu vida con obligaciones y horarios claros y te los quitan, cuesta distinguir entre la libertad y el horror al vacío.
Creemos que lo que nos indica que vamos por el buen camino es la certeza, la confianza tranquila en que nuestros proyectos tendrán éxito. La realidad es que, como explica Jonathan Fields en Uncertainty, es la incertidumbre la que distingue a los procesos creativos, y es nuestra capacidad para tolerarla, e incluso para aprovecharla, lo que determinará nuestras oportunidades de triunfar. Existir es un proceso creativo. Creas tus días uno a uno, desde que te levantas hasta que te acuestas. Tienes que encontrar la forma de convertirte en alquimista del miedo: transformar la inquietud y el pánico al fracaso en combustible para tus proyectos.
¿Cómo ser un alquimista del miedo? Aceptándolo, en primer lugar. Dándole la bienvenida como un indicador de que vamos por el buen camino, porque lo que ya ha sido hecho mil veces no da miedo. Invirtiendo con sensatez tu premio de tiempo.
Busca tu Proyecto Grande y Loco
Te hace falta un proyecto, y da igual si necesitas o no una ocupación remunerada. Cuando trabajaba como psicóloga, venían a menudo a la consulta personas paradas sin problemas de dinero, porque su pareja trabajaba o porque recibían una pensión, que se habían deprimido por no tener un proyecto. Emplear simplemente el tiempo en actividades más o menos agradables no nos hace felices: queremos algo con dirección y sentido, que sea más grande que nosotros, que incluso nos sobreviva. Lo que quizá te resulte difícil es saber de qué se trata.
Si tienes un proyecto laboral conectado con tu vocación, vuélcate en él. Si no está conectado con tu vocación, pero es un proyecto que te ilusiona, empieza por ahí. Si no se te ocurre ningún proyecto, invierte en habilidades que te serán útiles casi con seguridad: estudia un idioma, viaja al extranjero, mejora tu escritura, aprende sobre inversiones. Si no te apetece, piensa en un proyecto absurdo y económicamente no rentable, algo que haga a la gente sacudir la cabeza pensando que se te ha ido la pinza de verdad, y ponte con ello.
Sé que cuesta elegir un proyecto cuando estás en medio de la inercia del paro. Quizá me digas que lo que necesitas es un trabajo, y que no estás para perder el tiempo en tonterías. Pero buscar un trabajo sin tener tu proyecto en la cabeza es arriesgarte a que otro te imponga el suyo.
¿Qué hacer una vez hayas elegido tu PGL? Conviértelo en algo que aporte valor a los demás. Sentirse inútil es un riesgo importante para el parado, y la generosidad es la única forma de anular ese riesgo. Si tienes un proyecto laboral, deberás obligatoriamente aportar valor a otros: tus clientes o tus empleadores. Sin embargo, si tu PGL es más idealista o bizarro, es posible que te sea difícil convertirlo en algo útil.
No importa: en la era de Internet, hacerlo público ya es útil. Cocinar todas las recetas de un libro en un año o cambiar un clip por una casa no aporta valor más que al que lo hace y a su entorno más directo; en el momento en que se hace público, sin embargo, entretiene e inspira a los demás. Crea un blog, una cuenta en Flickr o Instagram, un tablero de Pinterest. Las redes sociales nos están friendo la capacidad atencional, cierto, pero también son una herramienta muy poderosa. Utilízalas para el bien, como los superpoderes.
Crea estructura
La estructura es básica para prácticamente todo: construir un post, escribir un libro, organizar un curso o un taller. Está presente en la naturaleza: las ramas de los árboles se dividen a medida que el árbol crece, los copos de nieve son simétricos y los animales tienen columna vertebral. Igual que algo en los proyectos nos hace sentir vivos, algo en la estructura nos ayuda a relajarnos, y es una de las fórmulas más poderosas para la alquimia del miedo. Si al miedo le añades estructura, obtendrás productividad, que a la larga te ayudará a cumplir tus objetivos.
La estructura se consigue con disciplina, así que una vez que has encontrado tu o tus proyectos, conviértelos en obligación y hazlos irrenunciables. Muchos peligros amenazarán tu tiempo libre de parado. Imagina las distracciones como tiburones, que hasta ahora mantenías a raya porque estabas a salvo en tu piscinita de trabajo retribuido (o carrera universitaria, o prácticas, o llámalo X) y que ahora te acechan en el océano. Si te descuidas te comerán entero.
Oblígate a levantarte temprano. No abuses de los días libres. No te obsesiones con ser productivo, pero intenta ir completando objetivos y metas. Márcate fechas límite.
Ahora es cuando me preguntas, querido lector, qué ha sido del famoso RELÁJATE del artículo anterior. Igual que el tiempo libre necesita tiempo ocupado, la relajación necesita tensión previa. No puedes relajar un músculo inerte. Si estás muy quemado, quizá quieras establecer una única obligación al día, una sola hora de trabajo, un hábito minúsculo, pero incluso si gran parte de tu día es de ocio, se beneficiará de la estructura.
Hace algún tiempo, otro escritor amigo mío me contó su ritmo de verano, que es cuando trabaja en sus novelas: se levanta, va a la playa temprano con su mujer, vuelve a casa, se toma el aperitivo, almuerza, se echa una siestecita y escribe toda la tarde. Lo hace así todos los días del mes de agosto. Para él, estas son las vacaciones ideales: puede relajarse porque se dedica a lo que le gusta de forma sistemática. Es como la diferencia entre acumular todos los trastos en una habitación u ordenarlos con sentido en cajas y estanterías. ¿En qué tipo de habitación mental prefieres vivir?
Come, duerme, muévete
Entiendo que si estás leyendo un artículo como este esperando encontrar algún tipo de recomendación, más o menos mágica, y te encuentras con consejos tipo «come sano, duerme más y haz deporte», te entren ganas de mandar a la autora (en este caso yo) a tomar viento. Pero a veces los tópicos no son más que verdades repetidas demasiadas veces.
¿Te consideras un ave nocturna? No es que de noche te cunda más o rindas mejor. Es que es el único rato donde no te distraes, porque los demás están dormidos y las tiendas están cerradas. Entrena tu capacidad para no distraerte en horario normal: la gente vive en horario normal, y algo fundamental para tu bienestar y tus oportunidades laborales es relacionarte con gente. Además, si te colocas delante de una pantalla, los rayos azules funcionarán como estimulante artificial. Piensas que no tienes sueño, pero lo que estás haciendo es engañar a tu cerebro.
Hace unos meses me compré unas gafas para filtrar los rayos azules. Me las coloco todas las noches una o dos horas antes de dormir, lo que da lugar a que Pablo me llame Bono y me amenace con no volver a tener sexo conmigo jamás.
Me da igual. Las gafas son geniales. En cuanto te las pones, empiezas a notar un agradable colocón de melatonina, y al cabo de un rato tienes que hacer verdaderos esfuerzos para mantenerte despierto. Es un buen recordatorio de lo que de verdad quiere mi cuerpo si me digno escucharlo. Si quieres probar las gafas, puedes comprarlas aquí.
Ante la duda, coordínate con el sol. Lo hemos hecho durante milenios, y no creo que una misteriosa mutación genética haya convertido a nuestra generación en Drácula.
Luego está el tema de la comida. Mi colega Miguel, que también pasó un año sabático antes de presentarse al MIR, me dijo que lo más importante para él era hacer una comida decente a una hora normal; si no, se descontrolaba. Me parece un buen consejo. Como dice Paul Jaminet, la vida es rítmica. Ha sido así desde el principio de los tiempos, y cierta monotonía es buena para el cuerpo y para el alma. Además, es más beneficioso comer comidas completas, nutritivas y calentitas que picotear guarradas, pero no estamos aquí para decir obviedades.
Sería una mentirosa y una hipócrita si no mencionara el deporte, porque la escalada y la natación son una parte fundamental de mi cordura como parada. La escalada, en concreto, me aporta muchas de las cosas bonitas que tengo en mi vida: amor, amigos, salud, naturaleza. Así que haz deporte. No te lo pienses más. No te aburre el deporte: te aburre el gimnasio, así que busca algo apasionante, que te dé la oportunidad de relacionarte con gente y que sea variado. Déjate de pilates, máquina o cinta de correr y prueba la escalada, el surf, el squash, el ultimate frisbee, la natación en mar abierto, el rugby o el trekking. Si no te gusta el deporte es porque aún no has encontrado el tuyo.
Los otros: esos seres
Estoy escribiendo el artículo que me gustaría haber leído con 18 años, cuando dejé la carrera, o con 24, cuando saqué el PIR. Y lo que más me habría ayudado en las dos ocasiones sería esto: RELACIÓNATE CON GENTE. No importa lo magníficos que sean tus proyectos o lo bien que te organices el día: la soledad te perjudica. Si no me crees, échale un ojo a La habitación vacía, de Emily White: un libro sobre la soledad que cambió mi visión sobre el tema. La soledad no deseada es un factor de riesgo para la tristeza que, además, se reatroalimenta: mientras más solo estás, más difícil es salir de esa soledad.
No seas selectivo. Bueno, vale, sé un poquito selectivo: si tu única opción disponible para tomar algo es tu colega cocainómano que se acuesta de día, haces bien quedándote en casa. Pero por muy elevadas que sean tus aspiraciones, está bien que contactes con todo tipo de gente. Yo antes era estúpidamente elitista con mis relaciones sociales, pero después de cuatro años como psicóloga he oído a muchos, muchos tipos de personas, y he aprendido que la gente es sorprendente. El ama de casa aburrida puede esconder un pasado como jugadora profesional de balonmano, y el portero de tu casa puede ser escalador en su tiempo libre. Todos ellos tienen cosas que contarte.
Relacionarse, en general, es bueno, pero relacionarse con otros cuando estás parado es vital. Es parte de tu nutrición básica, como el sueño o la comida. Eres un ser social, programado para buscar a los demás desde que, hace miles de años, el primer cavernícola se juntó con otro para cazar un mamut. Puede que sobrevivas sin proyectos, sin estructura o comiendo fideos chinos, pero si te aíslas, te deprimirás.
¿Y si me deprimo?
En primer lugar: la tristeza está permitida. El miedo, la angustia y la culpa no son síntomas de que algo va fatal. Son síntomas de que estás vivo y creando tu futuro. Las emociones negativas son como picaduras de mosquito: el problema es rascárselas demasiado.
Yo tengo malos días de parada. No todo es un constante «yupi, no tengo que madrugar». Me pregunto qué va a ser de mí, o se me escapa una mañana sin hacer nada útil, o no soy capaz de irme a la cama cuando me lo había propuesto. Entonces empiezo a lloriquear por las esquinas y le digo a Pablo que voy a acabar debajo de un puente, y que por favor no deje que me muera de hambre. Pero en el fondo confío en el proceso. Confío en que aprenderé a gestionar mi tiempo. Sé que si mantengo estos básicos, si tengo en mente mi estructura, mis proyectos y mis buenos hábitos, esas sensaciones desagradables no tendrán más remedio que pasar.
La dignidad del parado
Cuando estás parado parece que tu vida y, con ella, tu tiempo, son de menor calidad. Estás disponible para todo, porque no tienes otra cosa mejor que hacer. Cuidado con eso. Es como dar tu dinero de la lotería al primero que te lo pide. La generosidad es algo estupendo, pero ser generoso hasta quedarse sin nada es estúpido, y pasa igual con el tiempo que con el dinero.
Si tienes un proyecto y tienes una estructura, tienes trabajo. Llámalo así. Tra-ba-jo. Si alguien te pregunta qué has hecho hoy, no digas «nada, cosillas, ya sabes». Di: he estado trabajando. ¿En qué? te preguntarán. En mis proyectos, puedes decir; y si la gente quiere saber más sobre ellos, no dudes en explicarlos. He comprobado que la reacción de los que me rodean varía en función de la convicción con la que explique mis planes. Si te cuesta hacerlo, ensaya en el espejo; será tu elevator pitch de parado.
Es trabajo, así que trátalo como tal. Priorízalo. Vístete para hacerlo, o incluso busca un lugar fuera de casa que utilizar de oficina: la biblioteca, una cafetería, un espacio de coworking. Si alguien te llama para quedar en tu horario de trabajo, dile que no puedes, o aprovecha la flexibilidad que tienes y asegúrate de compensarlo en otro momento. No te has convertido en un ciudadano de segunda fila por no tener un lugar fijo al que ir todos los días. Estás creando tu vida y trabajando en ella. No se me ocurre nada más importante.
El paro como oportunidad
En Up in the Air, George Clooney se dedica a despedir empleados de grandes empresas. Los cita en su despacho y, con sus canas sexys y su sonrisa Nespresso, les da un bonito discurso en el que los convence de que el paro es lo mejor que les ha pasado en la vida. La peli tiene cierto aire reivindicativo, como si se engañara al pobre parado edulcorando su realidad de mierda. Mi opinión es que le iban a despedir de todas maneras, y que si a mí me despidieran, preferiría que lo hicieran con un discurso bonito y, a ser posible, con George Clooney como encargado.
Sabes que intento ser realista, así que lo advierto de antemano: ninguna mentalidad positiva, por sí sola, te va a conseguir un trabajo. O un proyecto interesante. O una oportunidad de autoempleo. Sólo tus acciones positivas lo lograrán. Pero la acción positiva empieza con un pensamiento positivo útil, y quizá para los empleados de Clooney, ver el despido como una oportunidad fue ese pensamiento.
Recuerda todas las veces que has dicho «no tengo tiempo», «ojalá tuviera tiempo para…», «siempre he querido… pero no tengo tiempo». Ahora lo tienes. Te ha tocado la lotería del tiempo. Inviértelo sabiamente. Mientras más desesperada sea tu situación, con más sensatez y precisión deberás emplear tus días. No sabes lo que va a venir después, pero esto que estás viviendo ahora: estos días aparentemente vacíos, esta incertidumbre y este miedo, son el sustrato necesario para que el futuro crezca. Hay que vaciarse para llenarse después.
Eres una persona valiosa, jipi, estés o no parado. Tienes en ti la semilla de miles de Proyectos Grandes y Locos, de un enorme árbol de creatividad y esfuerzo que pueda darte sombra en el futuro. Lo sé porque lo he visto en otras personas, y tú no vas a ser menos. Sé perfectamente que este tono de optimismo new age no me pega nada, pero qué quieres que te diga: a veces el optimismo es el mejor realismo que conozco.
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[La imagen del principio es de Robert Couse-Baker]
Ayyy, Marina, pero que ilusión «volver» a leerte, me tenías asustada jodía! XDDD
Pues en el mismo punto que tú me hallo, En Londres, buscando trabajo (que no es lo mismo que estar parada, lo sé) porque eso me ocupa la mayor parte del tiempo….Hay días que me siento realmente mal porque me lo he pasado entero en casa echando CV por internet. Así que decidí marcarme un horario para así disfrutar de mis ratos libres (me lo estoy pasando por el forro…pero feliz estoy!jajajaja).
Socializar, ppffff, si yo te contara…para mear y no echar gota de los «personajes» con los que me estoy cruzando, pero mira por lo menos sé que me servirán para echarme unas risas, eso si, no desisto sé que tiene que haber gente que sea «la polla con pan y cebolla» y a por ellos que voyyyyy!! jujujuju
En cuanto a mis proyectos grandes y locos van, poco a poco pero van…lo que realmente me gustaría sería montar talleres de automaquillaje como los que impartía en Granada, pero por ahora mi nivel de pardillismo en inglés no creo que den para tanto, pero mi blog profesional ya está funcionando y ahora me he metido en otro berenjenal que confió salga bien!! yujuuuuu!!!
Me han encantado tus gafas de Bono, por ahora no tengo problema en caer rendida al final del día, esta ciudad es agotadora….Creo que cuando se acerque el crudo invierno haré alrevés y me pillaré una lampara de rayos azules de esos, que me activen toda entera!! XDDD
Te leo muy, muy bien y eso me encanta…si te apetece escalar nuevos horizontes siempre serás bienvenida por estos lares <3
Chu!!
Lo primero, soy otra Marina, jejejejeje.
Caro-chan, te quiero responder porque yo he estado en esa misma situación hace poco más de un año, ¡no desistas! Ya es jodido de por sí llegar a un país desconocido con sus costumbres distintas que encima hay que hacer amigos, pero ya verás que al final se consigue.
Yo por suerte vine con mi pareja, y teníamos la coña de que cada vez que conocíamos a alguien nuevo, al despedirnos decíamos «Él/ella aún no lo sabe, pero es nuestr@ nuev@ mejor amig@!» Así hay que ir por la vida, y para la búsqueda de empleo no hay nada mejor que un buen networking :).
Te recomiendo páginas como meetup para conocer gente nueva por aficiones, mucha paciencia con el tema de los CVs y sobretodo, ¡mucha energía y optimismo!
Un abrazo de otra emigrante (desde Praga),
Marina
¡Me encanta la colaboración inter-jipis!
Caro: ¡se te lee muy animada! Estoy convencida de que es cuestión de perseverancia, y seguro que tu horario te va a ayudar. Muases grandes.
Marina: Gracias por colaborar 🙂 Me he reído un montón con lo del nuevo mejor amigo/a. Enhorabuena por haberte hecho un huequito en Praga. Ya te avisaremos Pablo y yo si pasamos por allí con la furgo. ¡¡Un beso!!
Ehhhh!! Que guayyyy dos Marinas animándome Yijaaaaawwwww!!
Pues si, la cuestión es que aquí todas la relaciones las siento como muy intensas (y ya he tenido algún problema con gente más «emocionada» de la cuenta conmigo) así que voy un poco con pies de plomo en ese sentido, y me jode porque me gusta ser natural y afectiva como soy sin tener que ir pensando si la gente se lo va a tomar por otro camino…Snifff!!
Y si, aqui sigo con los CV, que los llevo ya tatuados a este paso…pero contenta, la verdad así que gracias niñas, levanto el puño al cielo y digo…Yes, I can!! jajajaja
Chu!!!
Por fin resuelto el misterio de las gafas 🙂
Ya vas a poder dormir por las noches (no por la melatonina, sino por el fin de la intriga xDD).
En un par de semanas estaré parado (por voluntad propia). Habrá que poner en práctica todo lo que nos cuentas.
Te agradezco la entrada!
¡Gracias a ti por leerla! Espero que ese paro por voluntad propia sea un camino hacia nuevos y mejores horizontes, y que el artículo te ayude a aprovecharlo y a estar bien. ¡Un fuerte abrazo y mucha suerte!
Marina, tu articulo me cayo como anillo al dedo, me ha ayudado a entender aunque sea un mínimo de lo mucho que me falta por entender el por que de ciertos periodos de mi vida… Yo actualmente tengo un trabajo de 8hrs diarias y sin embargo siento de un tiempo a la fecha (justamente desde que comence a visitar sitios como el tuyo o viviralmaximo o habilidadsocial o hanakanjaa.) que existe un vacio horroroso un tanto inexplicable que busco arreglar.
Saludos
Tienes razón en que a veces sentirnos desestructurados, sin finalidad o sin proyecto nos perjudica, tanto si estamos trabajando como si no. Espero que hayas encontrado pautas útiles y que, con mi ayuda y la de los otros excelentes blogueros que mencionas, puedas llenar ese vacío que sientes.
Un fuerte abrazo y todo mi ánimo.
Saludos, Marina:
Eres de las pocas compañeras de profesión que me es de gran apoyo y ayuda. Yo también estudié otra carrera antes de empezar psicología, también tiendo a sentir que desaprovecho mi tiempo y fustigarme con todos los «y si…», como tú, he padecido burn out, lo que me llevó a renunciar a mi empleo como asalariada, e intentar emprender mi propia consulta de psicoterapia, formándome también en coaching. Lo he intentado durante 3 años, y a pesar de tener un Plan Grande y Loco estructurado, no ha funcionado como pretendía, me he visto claudicando y registrándome en el SEPE.
Ya no sé si tengo burn out, una crisis existencial, o soy una parada deprimida más. La cuestión es que no consigo ser una alquimista del miedo: estoy bloqueada, sin saber qué hacer, sin motivación por cambiar 180 grados ni por continuar en la misma dirección. Me he impuesto algunos retos, como adoptar a una perra que me ha ayudado en muchísimos niveles, porque me estaba quedando aislada y encerrada en casa y sintiéndome inútil, voy buscando empleo en bolsas online y redes sociales, incluso mi pareja y yo hemos tomado la decisión de ser padres y estoy embarazada de 7 meses.
Sin embargo, persiste en mí ese vacío y frustración, ese «me he convertido en una maruja y mi hija me despreciará por ello·, un «quiero hacer algo más, porque no estoy satisfecha, pero me aterra sentir que vuelvo a equivocarme» (en retrospectiva, no volvería a formarme en coaching ni a intentar emprender como autónoma) Estoy a la caza de otro Plan Grande y Loco estructurado, no me importa si laboral o personal, pero no consigo conectar con lo que pueda apasionarme, creo que me autosaboteo y no sé cómo desmarcarme y romper con esta inercia. ¿Qué me aconsejarías?
Muchas gracias por tu tiempo y tus valiosos escritos.
¡Hola, Candra!
Entiendo cómo te sientes y me parece muy lógico. No es lo mismo la ilusión que uno pueda sentir antes de empezar su primer PGL que después de haberse pegado un tortazo. Es como la diferencia entre el primer amor y todos los siguientes.
Creo que estás dando pasos en la dirección adecuada. Cuando uno no tiene un proyecto, lo mejor que puede hacer es invertir en sí mismo, para que al menos las condiciones de base sean buenas. Todo lo que hagas ahora para tener la mente más tranquila, cuidar tus relaciones personales, aprender, mantener tu cuerpo sano etc. no es perder el tiempo: son activos que vas reuniendo y que estarán contigo cuando decidas iniciar un nuevo PGL. También sería bueno que analizaras lo que hizo que fallara tu primer proyecto: no es lo mismo pensar que hemos tenido mala suerte y que todo nos sale mal, que hacer un análisis sensato de lo ocurrido y ver qué factores están bajo nuestro control para mejorarlos la próxima vez.
Comprendo también tu miedo a equivocarte, pero solo puedo decirte que la vida no tiene botón de pause, y que cuando nos quedamos parados, también estamos tomando una opción. Es cierto que invertir tiempo y esfuerzo en algo y que no salga bien deja huella, pero el tiempo y el esfuerzo se desperdician igual si no hacemos nada. Con esto no quiero decir que te metas en lo primero que pase, sino que trates de evitar la «parálisis por análisis» que muchas veces nos afecta en estas situaciones.
Lo más importante, creo yo, es que trates de aceptar y, en lo posible, ignorar un poco, esa vocecita interior fustigadora, y ser más amable contigo misma. Estás en un momento hermoso de tu vida, con una niña a punto de nacer y un mundo nuevo que va a desplegarse frente a ti. Me da la impresión de que no estás tanto en el punto de empezar un PGL como en el de respirar, recuperar fuerzas y disfrutar un poco. No se puede hacer crecer una flor tirando de la semilla: dale un poco de oxígeno, agua y nutrientes a la semilla de tu espíritu y verás como en algún punto empiezan a nacer las ganas de empezar otro proyecto.
No sé si te he ayudado mucho o me he liado un poco yo también :/ Espero que te sirva, en cualquier caso. Un abrazo enorme.
Eres buena; muuuuuy buena. Y divertida! Suerte tiene Pablo. Cachis!
Describes perfectamente como me siento…Espero encontrar pronto mi proyecto. Muchas gracias
Me encanta tu blog. Sobre todo el toque personal que le das. No he podido evitar darme cuenta de que te pareces mucho a mí en algunas cosas.
Yo también quería hacer un blog como este aunque la intención acabó trasformándose en otra cosa. La dirección que le di a uno de los blogs que tengo era psicologiaysupervivencia.blogspot.com, aunque se la cambié. También he escrito una novela de más o menos 50000 palabras en un mes (pero porque me operaron y tenía que tener la mente ocupada). La escalada me gustaba, ahora solamente la practico de forma esporádica. El nivel máximo al que llegué era de 6a+, un desplome cutre y poco más 😀
Me encanta la psicología, por lo menos de momento. Intento ser original y crear contenido nuevos, así que escribí una guía de 55 páginas corta.
Ahora bien, a mí me encanta la tele. Creo que hoy tenemos una oferta cultural sorprendente con apretar un solo botón, oferta con la que mucha gente de otras épocas hubiera alucinado, y a un coste muy bajo. Muchos contenidos son fruto de una gran creatividad (que no todos). Así que tb tenemos nuestras diferencias. Seguiré leyendo este blog tan chulo desde el más dulce anonimato. Felicidades, porque está muy bien.
Estaría guay que hablarás de tu experiencia PIR y de lo que resulta más útil a tus paceintes. ¡O a ti misma para establecer el vínculo con ellos y de ahí al cambio!
Seguro que le das ese toque personal.
Un saludo 😉
Yo no soy psicóloga pero el comentario de Candra me llama la atención: está embarazada de 7 meses y dice que no encuentra un proyecto personal que la ilusione…pobre bebé!!!. Con qué indiferencia y como de pasada ha comentado que está embarazada. Ufff!!!
Marta, tu comentario ha sido muy feo,roza la crueldad.
Candra, has expuesto muy bién lo que sientes y lo que te pasa. Yo tenía un trabajo muy estresante, de comercial en una multinacional Americana, cerró la delegación de mi ciudad y me quedé en el paro. De eso hace ya 22 años. Me quedé embarazada al de dos meses,(fuera el estrés, hola embarazo),
Para tu ánimo te diré, que la palabra «maruja», ya no existe, borrala de tu diccionario mental.
Al tener a mi hijo, descubrí que muchas mujeres como yo, de diferentes edades y ocupaciones, teníamos muchas cosas en común. La primera, pertenecer a una tribu nueva, Mujeres mamás con hijo.Y sabes qué?, descubrí que me alegraba pertenecer a esa tribu,(si me lo hubieran dicho cuando trabajaba,me habría horrorizado).
Descubrí mujeres que tenían proyectos personales, inquietudes, a corto o medio plazo. Hicimos cursos divertidísimos,en el aula de cultura, Al poco tiempo, comprendí, que eran mis nuevas compañeras laborales, y lo incluí como uno de mis proyectos, y me lo pasé muy bién.
Sigo teniendo amigas, de aquella epoca, de vez en cuando quedamos para un café.
Espero Candra, que todo te vaya muy bién y puedas encontrar un primer proyecto, por pequeño que sea, agarrate a él,y disfruta. Disfruta mucho de todo el proceso.
Un abrazo Candra y ánimo.
Hola!
Me ha venido de perlas esta entrada de verdad… has dado en el clavo!!!
Yo también estudié Psicología (si… otra más xD) y después de la carrera y de buscar un buen tiempo trabajo sin éxito.. acepté trabajar de comisionista por cuenta propia. Así que soy autónoma desde hace un tiempo y desde casi el principio me di cuenta de que esto no va conmigo.
Supongo que siento la frustración de estar haciendo algo porque no me queda remedio. Ya se que al menos debería sentirme afortunada de poder tener unos ingresos para sobrevivir… pero realmente cada vez me estanco y encierro más y a veces estoy a punto de echarlo todo por la borda!
La situación del país no es muy boyante, pero gracias a otra amiga de profesión estoy prácticamente decidida a volver a la psicología y a ver que tal se da.
El problema es… si nunca he ejercido, como se que me va a gustar?
Supongo que no hay respuesta a esa duda, pero creo que al menos tengo que intentarlo si ahora no me encuentro bien.
Me ha encantado el blog (ya tengo miles de pestañas abriendo, pero no prometo leerlo todo en un día!) así que te voy leyendo!
Un saludoooo
Que gracia Blanca! me he sentido superidentificada contigo!! Tambien he estudiado psicologia (si… parece que somos much@s!) pero tampoco he ejercido nunca y estoy en la misma duda, si no lo he probado, ¿cómo sé que me va a gustar?
Com tu, me quedé estancada en un trabajo que nada tiene que ver, que no es mi vocación, y que no me llena. Es frustante saber que dependes de eso, porque el dinero es necesario, y el paso a lanzarse a por algun proyecto personal cuesta mucho! Quiero volver a intentar el camino de la psicología, así que me he apuntado a un máster, supongo que lo podría considerar como mi PGL!
Te animo a que vuelvas a la psicología, almenos tendremos que acabar con la duda de si nos gusta no?
un saludo!
Hola Marina
Gran post. Me parece super útil y me confirma que no lo he hecho, creo, del todo mal. 🙂 Por suerte o por desgracia en más de una ocasión el mundo laboral me ha dejado, digamos, más tiempo libre del que quisiera. Y por alguna razón cada vez más gente que deja un trabajo o el trabajo le deja a él viene a mí en plan ‘oráculo del saber’, casi sorprendidos de que no estuviera devorando palomitas manera compulsiva como respuesta a esta vida laboral tan perra. Porque lo es, muy perra. Pero a perro flaco no todo son pulgas. Es verdad que, ya que estamos, puede tener sus cosas buenas, o al menos aprendizajes, experiencias… Y es la primera vez que encuentro un artículo ni demasiado negro ni demasiado ñoño y bastante realista. Tan útil para parados como para quienes no lo están en realidad… Gracias 🙂
Oh, te acabo de descubrir y solo decirte que me tienes enganchadísima a tu blog.(llevo como hora y media leyendo tus entradas non-stop xD)
Lo cierto es que me acabo de quedar parada recientemente por voluntad propia para llevar a cabo los proyectos que tanto anhelo en la vida, y realmente se me hizo difícil establecer una rutina de la noche a la mañana sin sentirse un poco «vacío» y con la sensación (a veces) de no hacer nada útil con tu vida porque cuando trabajas por tu cuenta muchas veces los resultados no se ven de manera instantánea y te frustras.
En mi caso personal me dí cuenta que lo que me funciona es llevar «una vida normal» Me levanto pronto, desayuno leyendo un libro/periódico, me ducho, me visto y ¡al lío hasta medio día! Luego me convierto en una maruja que apaña la casa y se hace la comida y las tardes las dedica a ver o hacer cosas que le gustan jajajaja.
En serio, muchas gracias por tu post (y tus otras entradas) ya que me lo he pasado muy bien leyéndolas y me han servido de mucha ayuda.
¡Un abrazo! 🙂
Hola Marina:
He aterrizado en tu blog en varias ocasiones a través del blog de Vivir al máximo y pienso que escribes cosas muy útiles.
Y en este post, esta parte me ha interesado especialmente:
«Cuando empecé a preparar el PIR, pensaba que sabía estudiar: llevaba toda la vida haciendo exámenes. Pero no es lo mismo estudiar una, dos o tres semanas para el examen de una materia, que estudiar meses para un temario de oposición. No había que hacer lo mismo en más cantidad, sino hacerlo de forma distinta».
Actualmente estoy preparando el BIR, el equivalente al PIR pero para biólogos. Hoy he conocido que las plazas que salen la próxima convocatoria son 28 (12 menos que el año pasado) y estoy de bajón.
Y me preguntaba si podías explicar un poco más eso de «hacerlo de forma distinta» en la preparación del examen.
Yo también he estudiado durante mucho tiempo, sé preparar un examen para aprobarlo pero no para ser de los mejores, que es la única opción que me queda debido a las pocas plazas y mi bajo número de expediente académico.
Así que me encantaría que comentaras cuál fue tu estrategia durante esos ¿6? meses de preparación del PIR.
Gracias por compartir tu mundo en la blogosfera.
Un saludo.
Hola Marina
Soy nuevo por aquí y me ha gustado mucho el artículo.
Me quedo con algunas buenas reflexiones.como no infravalorar tu tiempo ni regalarlo y esforzarse por mantener relaciones sociales. Es fácil caer es un estado de apatía y soledad que se va haciemdo voluntaria.
Por mi experiencia, a pesar de todos los consejos y estrategias, hay días y días.
Lo importante es darse cuenta de que esto también ocurre cuando tienes trabajo o estás ocupado.
A mí me suele funcionar intentar verme con perspectiva, como viéndome desde fuera y darme cuenta de que soy un afortunado por tener tiempo. Ya llegará otra etapa en la que esté hasta arriba de trabajo. Mientras tanto, a disfrutar de esta.
Mychas gracias por tus consejos.
Un saludo, Pablo
Hola Marina,
Me ha gustado mucho esta entrada, me parece un tema muy interesante a la vez que importante pero del que poca gente habla. Además sabes conectar con tus lectores y eso hace que la lectura sea más entretenida.
¡Te animo a seguir escribiendo!
Un artículo brutal interesante y lleno de grandes consejos. Me ha encantado. Es importante saber gestionar ese tiempo que tenemos. Lo más importante diría yo. Gracias por la entrada.
A mi lo que me pasa es que no puedo parar de complicarme la vida. Aburrirme? No hay tiempo. No puedo hacer todo lo que me gustaria hacer ni en dos vidas. Últimamente lo que intento hacer es meditar. Intento relajarme y decirme a mi misma que lo hago muy bien y no castigarme.
Me hace gracia lo de hacer yoga viajar hacer un curso que te guste… un parado no tiene para llegar a fin de mes. Como va a gastarse dinero en eso? Yo llevo 18 meses. Se me ha acabado el paro y sobrevivo con los ahorros. Cuando se me terminen no se que va a ser de mi asi que nada de lo que recomiendas me vale para salir de esta depresion
Siento mucho que el artículo no te haya resultado útil, Gema. Te deseo mucha suerte y ánimo en tu búsqueda de trabajo. Gracias por comentar.
Marina, me has ayudado muchísimo a concretar el antídoto con este artículo. ¡Espero que lo de las gafas funcione! Acabo de pedirlas a Amazon. Muchas gracias. Un fuerte abrazo.
Muchas gracias por tuS consejos. Yo tambien acabo de aterrizar en el paro despues de un proyecto fallido y un trabajo fallido tambien. Creo que organizarse y hacer vida normal es fundamental y aprovechar para hacer lo que nunca tienes tiempo. En cuanto a la busqueda de empleo, ha de ser constante pero sin obsesionarse tampoco!
Marina
Este es el primer artículo que recomiendas en la página para los que somos «nuevos por aquí», y me ha venido como anillo al dedo.
Hace poco más de dos meses salí del trabajo por recorte de personal, y decidí apostar por mis propios proyectos en lugar de buscar un nuevo trabajo, y me siento identificado con cada punto del artículo.
Cuando trabajaba como empleado privado estaba en contacto frecuente con poco mas de 250 personas, y ahora me limito a tratar con mi familia y amigos del gimnasio, y ese cambio golpea fuerte, me queda claro que debo hacer algo al respecto.
Ahora se que debo darle ESTRUCTURA no solo a mis proyectos, sino a toda mi vida, pues seguido me acuesto con esa sensación de «desperdicié este día».
Gracias por esas recomendaciones, ahora mismo me pongo a trabajar en ellas 🙂
Me sumo a tu lista de lectores.
Un saludo!
Sencillamente una maravillosa visión desde dentro, que nos ayuda a los de afuera. He llorado otra vez pero en esta ocasión me he sentido mejor. Gracias por tus palabras
Hola. El articulo me ha parecido muy bien, aunque no se si me ayude. Desde siempre habia sido muy indecisa con que profesion estudiar. Termine estudiando administracion de empresas. Hace 7 meses la termine y he estado desempleada desde entonces. Me siento terriblemente inutil. Ahora mas que nunca dudo de mis capacidades y si sere capaz de aplicar algo de lo que aprendi. No soy buena vendiendo, convenciendo personas o siendo lider, y me parece que eso es lo que siempre se necesita para todo trabajo, y al no tener esas habilidades no sirvo. Actualmente estudio ingles, aunque en casa porque no tengo dinero para pagar un curso. Me cuesta mucho porque no tengo la presion y guia de un profesor, pero al menos quiero aprender ese idioma, lo que pueda aprender, quizas me sirva algun dia
Me ha reonfortado leerte, no podria haber esplicado mejor lo que siento. Todo empeora cuando tienes 50 años y has trabajado toda la vida desde los 16 hasta los 45 en lo mismo, yo hera peluquera, no se hacer otra cosa, no quiere gente de 50 años trabajando en una peluqueria, Es untrabajo que vende imagen, por muy bien que te mantengas ja ja.
Yno tengo experiencia en otro sectores. Auque se que podria trabajar de.comercial, o en cualquiere trabajo que sea estar cara al publico. Nada. Hayno tiene experiencia,
Al principio molaba, teniendo en cuenta que mi marido trabaja ,si lujos podemos vivir. Tenia todo el tiempo del mundo, tiempo con el que soñaba cuando curraba y criaba a mi hijo, eran tiempos de locura, de estres..mis horarios la casa el niño, deberes…
Y de repente todo para, durante un tiempo te va bien coges aire, respiras y cuando te das cuenta el niño tiene 22 añitos ya no le haces tanta falta como e normal , tu marido se pasa el dia en el curro y tu te quedas en casa , la tengo como los chorros.. ja ja
Pero me siento paralizada ,es como si tubiera miedode salir de mi»espacio de conford» no se para donde tirar ni por donde empezar,
Deporte? Pues lo intento perp lo dejo, no se .. todo me da pereza.. Y no me reconozco. Tendriais que haberme visto en los tiempos que trabajaba, y las peluqueras curramos de lo lindo, criaba al niño llegaba a casa deberes lavadoras plancha cena…. mi marido aun llegaba mas tarde que yo a casa y casi toda la faena era para mi.
Y ahora…. pufff no me reconozco. La unica ventaja es que puedo estar pendiente de mis padres que se hacen mayores y tengo que estar mas encima de ellos, cosa que hago encantada.
En fin me gustaría encontrartrabajo y si no la capacidad para poder encontrarun proyect auque sea lúdico. Por lo menos me he deshaogado. Ya os he dado la brasa. Gracias
Marina, me ha encantado tu post. Te descubro con él, pero no dudo en echar un vistazo al resto porque, vaya inyección de energía me has dado, aunque.. ahora no sepa que hacer con ella! me gustaría que me respondieras aunque veo que a los últimos comentarios no has respondido..
Me encuentro trabajando, mañana y tarde, horario partido, cerca de casa, con una mierda de sueldo, todos los días excepto uno, sin compañeros, sin jefes, sin trabajo practicamente… no tengo tiempo para nada en mi casa, y tengo tiempo para todo en mi trabajo porque.. solo tengo que estar y decir hola de vez en cuando, hacer alguna llamada y.. estar presente, de cuerpo al menos.
Mi vocación es otra muy distinta, y no trabajo de ella porque me he negado a mi misma dejar este «confort» así entre comillas porque es un confort confortable desde luego pero deprimente a rabiar, tanto que ni estudiar quiero en este tiempo de estar presente, podría hacer cosas pero he entrado en la espiral de «para qué?» porque a mi lo que me apasiona es otra cosa y no la hago por miedo, a quedarme sin el pan de mis hijos.
Resuena en mi cabeza la parte en la que hablas de un proyecto loco, y es que me siento perdida, sin vida, sin función, sin valor, sin sentido y no quiero, y sí quiero, porque así lo estoy eligiendo yo..
Como yo de inconstante no hay nadie, y de insegura seguro que sí pero pocos, tanto que ya hasta dudo de que mi vocación lo sea, cualquier excusa es buena para mantener un miedo.
Así que me leas o no, me respondas o no gracias por compartir tus ideas que me parecen geniales.
Tal vez podría mantener mi miedo, y mi pan, y mi confort y realizarme de otro modo a la vez que todo eso… y quien sabe que más..
Saludos Marina
Hace tiempo que no leía algo tan tan tan tan bueno.
He de decirte que nunca suelo comentar los post que leo pero el tuyo me ha echo sentir algo especial, algo que me hace sentir muchas cosas de las que me pasan.
Sin dar soluciones milagrosas (que no las hay) eres capaz de transmitir una tranquilidad y unas ganas de tirar para adelante que no las había leído nunca.
De una manera sencilla sabes transmitir al que te esta leyendo que es lo que debe de hacer uno cuando se encuentra en esta situación.
Otra cosa es que las sepamos sacar adelante.
Muchas gracias.
Muy buen post…yo me quedo en paro pasado mañana!!! Y que ganas tengo!! Xq tras los tres ultimos años d locura q llevo sé q necesito un descanso…Ya m he apuntado a ingles y frances, y m guardo las mañanas para laaaargos paseos con mi perrito, ejercicios de espabilamiento mental para el, comenzar el huerto, amueblar mi 9 casa d alquiler en el ultimo año con cosas recogidas dl punto verde…(esto implica tb diseño y construcción)en fin, todo lo q siempre digo «necesitaria mas tiempo para…», y si el verano q viene no m llaman para la campaña en el monte…siempre m kedarà la hosteleria…:))) asi q me encanta la idea d tomarlo como una oportunidad!!
Hola Marina! Soy seguidora tuya, qué digo faan total, y haciendo una búsqueda en Google (“estoy en paro”… y por sugerencia del buscador, “qué hago”) me aparece tu post en segunda posición, ¡albricias!
Yo te leí hace tiempo y me sirvió, y me encanta que otras personas que ahora estén en esa situación tengan aquí una guía realista sobre adónde tirar y cómo enfocarlo.
Un saludo, no dejes de escribir que nos haces mucho bien!?
Que buen artículo, estoy pasando por una situación un poco compleja, y estoy deprimida. Soy médico, viviendo en otro país que no es el mío, y siempre ame la repostería, incluso vendo postres y me ha ido bien pero no tanto porque no le he dedicado el tiempo que debo, y me gustaría vivir de mis dulces, un negocio bonito de dulces, pero comencé hace tres semanas a trabajar como médico en una gran empresa, y la verdad me siento horrible jajaja todo el día me siento angustiada porque no quiero estar en ese trabajo, lloro por las noches, en las mañanas no quiero levantarse para trabajar, quiero ser jipi y lograr mi emprendimiento, me asusta el paro, no sé qué hacer, quiero renunciar lo deseo, pero me asusta un poco. Pero entendí que no quiero ejercer mi carrera…
Nada de esto ayuda