Mejora tu vida con un Proyecto Grande y Loco (reflexiones a mitad del NaNoWriMo)

Como ya comenté en el post anterior, estoy escribiendo un conjunto de palabras sin mucho sentido una novela en noviembre, aceptando el reto del medianamente conocido concurso NaNoWriMo.

Comentaré mis conclusiones finales si llego al final (obvio). Ahora mismo, habiendo cruzado la frontera de las 30000 palabras, he de decir que creo que comenzar esta novela ha sido una buena decisión. No tengo muy claro qué pasará con ella; a veces siento que tiene partes buenas y otras veces la veo como un folletín barato y vergonzoso. Sin embargo, en ocasiones lo importante no es la recompensa, sino el camino. Antes de que vomitéis con esta frase, que merece ser compartida en Facebook con un fondo en el que una chica delgada y guapa hace yoga, dejadme continuar.

Una novela en treinta días es un PGL: un Proyecto Grande y Loco. Hace un par de días, de hecho, estuve leyendo un especial de Vanity Fair acerca de cómo Chad Harbach escribió «El arte de la defensa», sin duda mi novela favorita de este año. Tardó diez años. DIEZ. No sé si aceptaría trabajar diez años en una novela a cambio de obtener un resultado tan espléndido. Frente a eso, un mes parece poca cosa, e intentar comprimir ahí algo con un mínimo de talento es, sin duda, una locura.

Sin embargo, en estas últimas dos semanas, y con el inconveniente añadido de que Pablo está de viaje y le echo mucho de menos, algo ha revivido en mí. Después de arrastrarme por la blogosfera durante meses, me siento al escritorio con energía y le doy vueltas al capítulo del día durante los ratos muertos en el curro. La gente me cae mejor y el sol brilla más. Eso es lo primero que he aprendido: igual que un solo hombre justo habría salvado a Gomorra, un solo Proyecto Grande y Loco puede salvar a un alma perdida. Así que cuando te preguntes por dónde empezar a cambiar tu vida, decídete por lo que te haga más ilusión, te entusiasme más y te parezca más absurdamente salvaje. El entusiasmo es una fuerza potente y contagiosa que se transfiere con facilidad a otras áreas.

También he reaprendido la belleza de aprender. En teoría, yo seguía aprendiendo sobre escritura; en la práctica, me había hecho un bonito chalet en blogolandia, un lugar donde uno apenas tiene que producir la información suficiente para amarrar un buen post. Y los post son un género sencillo. Son sencillos porque están diseñados para ser sencillos. Presuponen a un lector distraído y volátil, con la capacidad de concentración de una ameba, que necesita listas, negritas y subrayados para enterarse mejor. Culpable de todos esos pecados, ojo; aunque no me gusta abusar del formato lista y de su digestiva facilidad de lectura, es cierto que utilizo recursos para que la lectura se haga más ligera.

Una novela, sin embargo, es otra historia. Incluso un primer borrador de una novela sin expectativas. Me siento como cuando empecé a estudiar el PIR; de repente, todo lo que sabía sobre empollar una materia durante una semana no me servía de nada. Tenía que encontrar caminos nuevos para memorizar los dieciséis tomos del temario en seis meses. Ahora miro la masa informe de palabras que es mi novela y todavía no la comprendo del todo; y creedme: no comprender del todo algo que has hecho tú mismo es una experiencia fascinante. Un Proyecto Grande y Loco te obliga a salir de la zona de confort. Te obliga a prestar atención, a aprender a marchar forzadas y a no dejar espacio para lo que no es importante. En estas últimas semanas, he leído cuatro e-books sobre estructura, trama y argumento, y he repasado como una loca mis novelas favoritas para ver si me contaban su secreto.

Jonathan Franzen: tienes suerte de que no pueda encerrarte en un sótano hasta que confieses.

Además, escribir una novela en treinta días y resignarse a que el resultado sea mucho peor que perfecto es, como diría Pablo, fucking divertidísimo. Se me puede caer la lengua hablando de actuar de acuerdo con tus valores, de la renuncia y otros temas rancios, pero un consejo útil de verdad es: a lo largo del día, haz cosas que te diviertan. Las tareas pequeñas, las rutinas agradecidas y los pequeños momentos pueden ser muchas cosas, pero un Proyecto Grande y Loco, con su dosis de neura y toda su incertidumbre, es Muy Divertido.

Y eso, como diría Homer Simpson, es bueno.

Por último: cuando las cosas vayan mal, cambia algo. Haz algo diferente. Un Proyecto Grande y Loco es algo distinto a lo que llevabas haciendo todo este tiempo, y te obliga a barajar un abanico de significados totalmente diferente. Ahora cuentas con un montón de información nueva. Durante estos dieciocho días he pensado: que mi Destino Final es escribir ficción, que no sirvo en absoluto para escribir ficción, que quiero retirarme a una casa en el campo, que quiero montar una consulta y olvidarme de una vez de la palabra escrita. He recordado todo lo que los libros me han dado desde que era pequeñita y leía compulsivamente bajo el pupitre de clase. He soñado con muchos personajes y muchas historias. No sé qué sentiré o pensaré el uno de diciembre, pero estoy segura de que contaré con un montón de información nueva para mis neuronas.

De momento, queridos, eso es todo. Podría seguir con la lista, y decir lo bueno que es cumplir un reto que uno mismo se ha propuesto, la capacidad que tiene la concentración en algo verdadero de darnos alegría y propósito y lo estupendo del apoyo online. Pero no puedo quedarme mucho rato. Tengo que seguir escribiendo mi novela.

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12 comentarios
12 comentarios
  1. Caro chan noviembre 18, 2013

    Ayyy!Que me metéis pájaros en la cabeza y la voy a terminar liando muy parda!He dicho!XD

    Cómo me dé por realizar mi PGL va a arder Troya!jajajajaja

    Le voy a recomendar este articulo a una amiga que está un poco en ese punto de no saber que hacer!

    Gracias por buscar hueco en tu estress para seguir inspirandonos!

    Chu!!

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    • Kenzie enero 30, 2014

      I’m impressed, I must say. Rarely do I come acosrs a blog that’s equally educative and interesting, and let me tell you, you have hit the nail on the head. The issue is something which too few men and women are speaking intelligently about. I’m very happy I found this during my search for something regarding this.

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  2. Gloria noviembre 18, 2013

    ¡Arriba los PGL! Si somos capaces de realizar diariamente las PRA (Pequeñas Rutinas Aburridas) como no vamos a encontrarle un hueco a nuestros PGL. Sólo por la ilusión con los que se hacen merecen la pena intentarlos, teniendo claro que podemos perdonarnos si el resultado es un churro (en tu caso seguro que será una estupenda novela, no lo dudes), sintiéndonos muy orgullosos simplemente por hacer y no sólo soñar, pensar o idear….Yo estoy con los preliminares de un PGL, que no sé donde acabará porque aún es un poco caótico en cuanto a planificación, pero que va tomando forma más que nada a base de intuición. Si hiciese caso a todos los posts de productividad que he leído en los últimos meses para aprovechar mejor el poco tiempo que tengo libre, diría que es muy posible que mi proyecto se quede en la cuneta por falta de una planificación formal, pero no sé porque tengo la sensación de que a veces la mera intuición, acompañada de mucho trabajo y ,sobre todo de la ilusión renovada, puede hacer que ese PGL se convierta en realidad. Después ya se verá si con mayor o menor fortuna. ¡Muchísimos ánimos con tu novela Marina! Eso sí en cuanto la acabes vuelve con tus jipis, que te echamos de menos. Un besote 😉

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  3. Gina W. noviembre 18, 2013

    Y recuerda: ¡¡MUCHAS PALABRAS Y QUE LE DEN UN RATITO AL CENSOR DE TU CABEZA!! ¡¡HAY QUE LLEGAR A LAS 50 000!!
    Luego ya harás limpia y revisarás y todas esas cosas. 😉

    (Así en mayúsculas no vaya a ser que se olvide 😉 ).

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  4. Marta (Galicia) noviembre 18, 2013

    Jajaja, me parto con tus Términos en Mayúsculas! 😉 Ya has superado el ecuador, así que creo que terminarás! Mucha suerte con lo que queda de mes, estoy deseando leer tus conclusiones finales! Un besote, campeona!

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  5. Antoni enero 28, 2014

    Buenas Marina, voto sí por los proyectos grandes y locos, me ha gustado mucho ese concepto. Thinking big, como se suele decir en inglés. Mucha suerte con la novela, la verdad es que te diré que como compañero psicólogo me he fijado en tu forma de escribir y me parece que lo haces muy bien.

    Retomando algo que introducías en el artículo, ¿por qué no tendemos más a pensar a lo grande, en lo que nos ilusiona, sobre lo que de verdad nos motiva? Sea escribir una novela, abrir nuestra propia tienda de ropa o viajar a Taipei. ¿Tememos más el fracaso o que no resulte ser como era… o quizás al éxito?

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