La verdad sobre mi viaje de ensueño #proyectorealismo

La verdad sobre mi viaje de ensueño

En esta nueva temporada que empieza, hay dos palabras que resuenan mucho conmigo y con las que me gustaría trabajar en profundidad: una es suficiente y la otra, vulnerabilidad. De ser suficiente ya hablé en este artículo: por resumir, la cuestión es que aunque no seamos perfectos, hay una clase de felicidad que está al alcance de nuestra mano: la de sentir que aquí y ahora somos dignos de amor y compasión, que en nuestra vida hay mucho por disfrutar y que podemos darnos permiso para disfrutarlo ya, pese a no ser perfectos.

Esto se complementa con la vulnerabilidad. Porque quizá si nos mostramos vulnerables, es decir: si enseñamos nuestros fallos, nuestro dolor y nuestro miedo, y comprobamos que la gente no sale corriendo y que, en lugar de eso, nos acepta como somos, será más sencillo sentirnos conformes con nuestro presente y saber que somos suficiente.

Es un poco trabalenguas; quédate conmigo y me pongo práctica.

Estaba pensando hoy en qué podía hacer para ser más vulnerable. Porque creo que si yo, como escritora de este blog, me muestro vulnerable, conseguiré una conexión más auténtica contigo y quizá te ayude a sentir que tienes suficiente con tu vida, aquí y ahora. Así que he decidido contar la verdad de mi viaje de ensueño, del que estoy haciendo ahora mismo.

Llevo desde hace dos semanas en la isla griega de Kalymnos con el amor de mi vida, Pablo.

Kalymnos es un paraíso de la escalada con más de 2000 vías de todo tipo, playas preciosas, gente encantadora y comida fantástica. Vamos a pasar aquí cuatro semanas más porque los dos trabajamos online y nos lo podemos permitir. Dicho así, suena a que has conseguido el sueño, ¿verdad? Yo estoy agradecida por lo que tengo y contenta, en general, por el rumbo que va tomando mi vida. Lo que quiero contarte hoy son las partes difíciles y oscuras de este viaje que desde fuera parece tan fantástico, porque no es justo comparar nuestro interior con el exterior de otros.

La vida está llena de detalles molestos

Esto me lo dijo hace mucho tiempo Pilar, una psiquiatra de Cádiz y gran amiga mía, y me partí de la risa. Es verdad. No creo que nadie sea capaz de eliminar de su vida los detalles molestos, y viajar por el mundo con tu gran amor está lleno de ellos. La wifi del estudio funciona fatal; hay mucha humedad y estamos pasando calor; una cabra se comió nuestra comida hace días; echo de menos mi lavavajillas. Esto suena un montón a problemas del primer mundo, y lo sé: lo que quiero decir es que una vez cubiertas las necesidades básicas, a todos se nos da genial encontrar esas pequeñas cosas por las que sentirse molesto e irritado.

En mi caso, los detalles molestos hacen que a menudo me pierda la big picture, la realidad de lo que está pasando. Dejo que esos detalles contaminen el tiempo de que dispongo y lo malgasto pensando que si tan solo hiciera menos calor, o pudiera conectarme a Internet, o se callara el niño que chilla en la mesa de al lado, podría por fin disfrutar del presente y de mi viaje maravilloso.

No es un problema de Grecia ni de viajar trabajando: se trata de cómo funciona la mente, y la mía tiene las mismas taras que la tuya o que la de cualquiera.

Emprender en solitario es confuso y difícil

Ayer me quedé en casa trabajando mientras Pablo salía a escalar, y cuando volvió me encontró hecha un mar de lágrimas. “No me centro, no sé a dónde voy, estoy confusa, esto es muy duro”. Cuando has trabajado para otros, tienes muy claro que “trabajar”, es decir: contribuir a la sociedad, ganar dinero y ser un ciudadano respetable, es someterte a un horario fijo, cumplir una lista de tareas y recibir a fin de mes una nómina que demuestre que lo has hecho muy bien.

Emprender en solitario no se parece a nada de eso. Al menos emprender siendo yo, Marina, con mis limitaciones y mi despiste. No tengo lista de tareas (más que las que yo me pongo, y que a veces parecen totalmente aleatorias). No tengo horario fijo, y hay días en que echo muchísimas horas y sigo sin tener claro que hayan servido para algo. Un pequeño obstáculo me paraliza durante días, algo que en su momento me pareció genial ahora no me funciona y, en fin, me siento como un borracho dando tumbos hacia su casa: voy haciendo eses y ni siquiera estoy segura de tener la dirección correcta.

Estoy expuesta. La gente me da su opinión (escribes demasiado, o demasiado poco, o tienes demasiados blogs/listas de correo/proyectos pendientes). No entienden, ni tienen por qué entender, que no todo el trabajo se ve, luce o es bonito, y lo peor es que yo presto más atención a un mail crítico que a decenas de agradecimiento y cariño. Y encima me siento culpable por ser tan sensible, y pienso que no valgo para esto, y vuelta a empezar.

Además, estoy sola. Abrumadoramente sola. No hay desayunos de pan con tomate con los colegas en los que criticar al jefe, porque la jefa soy yo y es a mí a quien dirijo todas las críticas. Y esto también es culpa mía, porque se me da fatal el networking, no me esfuerzo en contactar con gente y me da mucha menos pereza escribir un post como este que mandar un mail a alguien a quien admiro.

No tengo validación social, o al menos no del mismo tipo que cuando trabajaba. La mayoría de la gente entiende que hacer una tesis, sacar una oposición o terminar un master es duro, pero pocos saben lo difícil que es crear una web, plasmar una idea, conseguir que alguien te pague por tu trabajo o diseñar un servicio desde cero. Cuando explico en qué consiste mi trabajo, la mayoría de la gente me mira con escepticismo.

Viajar largas temporadas o mudarse a menudo tiene sus contras

Vivir es elegir, y si tú te preguntas cómo sería poder viajar un mes y medio a una isla griega trabajando desde tu portátil, yo me pregunto si no estoy construyendo mi vida sobre agua y debería establecerme en un sitio y echar raíces. Dejar constantemente atrás a tus amigos, tus conocidos, los lugares que frecuentas y amas o tus recuerdos se parece a ver tus castillos de arena pisoteados por una panda cruel de niños mayores. Y no está libre de dudas o de angustias. ¿Y si la única persona a la que le importo de verdad es Pablo? ¿Qué pasa si se cansa de mí? ¿Y si se muere?

Cada vez que vuelvo a los lugares donde he vivido, me siento más fuera de lugar. El mundo no se para sin ti, la gente se mueve y evoluciona, y el hueco que dejas libre en un sitio es ocupado rápidamente por otras amistades y otras personas.

Resumiendo: la vida no es perfecta

Quiero dejar claro que este no es un post de queja. No me quejo en absoluto de la vida que tengo. Estoy súper agradecida de que mi mayor problema ahora mismo sea la señal de la (maldita) wifi. Lo importante es que estar agradecido por tu vida en un nivel racional y consciente no te libra de los altibajos en tu día a día. Nuestra existencia es una sucesión de sensaciones agradables, desagradables y neutras: la mía, la tuya, la de Obama y la de Angelina Jolie.

Lo curioso es que escribo todo esto y siento mucha paz. Veo todo lo que he conseguido y lo envidiable que es, desde fuera, el estilo de vida que llevo, y me doy cuenta de que, aun así, tiene sus contras, y esto me muestra que la clave para conseguir la paz y la satisfacción no está en mi estilo de vida: está en mi cabeza. Eso hace que pueda dejar de lado los objetivos exteriores (ganar más dinero, tener más amigos, lograr estabilidad, conseguir reconocimiento, comprar una casa, adoptar otro gato) y centrarme en lo que hago con mi atención y mis recursos mentales.

Porque si con lo que he logrado hasta ahora no he llegado a esa sensación de felicidad suprema y eterna a la que aspiramos la mayoría, lo más sensato es pensar que esa sensación no existe.

¿Te unes al #proyectorealismo?

Esta es una llamada para cualquiera, y sería genial que la escucharan los bloggers, gurús, nómadas digitales y similares. Creo que sería fantástico admitir que ninguno de nosotros tiene la respuesta y que nuestro día a día está tan lleno de miserias como el de cualquiera. Quizá solo soy yo, pero no creo. Y en mi caso, no son momentos de miseria “bonitos” que después puedes vender para tener una imagen más accesible y cercana. Son momentos en los que la sensación de fracaso y desesperanza me bañan de arriba abajo, y lo único que me libra de la desesperación es la poca conciencia que he logrado acumular en estos años de que todo pasa.

Así que, ¿te unes? ¿Te animas a contarnos en los comentarios o en tu blog cómo es tu vida de verdad, sin trampa ni cartón? Si escribes un post, dímelo e incluyo el enlace además de este, te tuiteo, etc. O tuitéalo con el hastag #proyectorealismo. No tengo muy claro cómo va a salir esto porque, como he dicho, soy muy mala convocando a gente y se me da mejor encerrarme en mi guaridita, pero estamos trabajando en ello.

Y si nadie contesta, querido lector; si yo soy la única que se siente así, ¿qué más da? Estoy contenta de habértelo contado y de que tú lo sepas. Es lo bonito de la verdad de cada uno: que no te la puede quitar nadie.

Construyamos un hermoso mundo imperfecto de personas reales.

Gracias por leerme 🙂

Ellos se han unido al #proyectorealismo, ¿y tú?

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44 comentarios
44 comentarios
  1. Pablo Sabucedo Serrano septiembre 29, 2015

    Magnífico artículo, Marina. Siempre me sorprendo encontrando ideas que me rondan la cabeza en tus artículos, muy bien explicadas y directas al hueso. Me encanta como explicas los conceptos de la ACT en el día a día. Sigue así y animo, es un verdadero placer leerte.

    • Marina septiembre 29, 2015

      ¡Gracias, Pablo! Un fuerte abrazo para ti también. PD: ¿Sigues por ahí? Creo recordar que te ibas a Sudamérica, ¿verdad?

  2. jose manuel septiembre 29, 2015

    Hola Marina,

    Entiendo perfectamente lo que dices y no creo que haya ningún emprendedor que no se haya sentido así alguna vez. De hecho quizá el error y lo que más daño nos hace sea pensar que un día llegaremos al final del camino, a un especie de lugar fantástico en el que apenas ocurrirá algo que nos perturbe.

    Si bien no creo en esa suerte de fatalismo del dicho, como de la cuna a la tumba, pocos llegamos a cambiar como desearíamos y la realidad es tozuda.

    Abundan las buenas personas que acaban siendo homeless, los héroes sin lápida y ancianos simpáticos que son abandonados en residencias.

    Quizá una clave para muchos sea conformarnos y amar la vida que tenemos lo cual nos puede llevar a otro error y es pensar que no debimos emprender. Esto forma parte de uno tanto como hubiera sido no hacerlo.

    Al final en tono de filosofía advaita, todo está bien.

    Sobre el emprendimiento y los sueños hace muy poco he publicado en mi blog este post con título provocador: seguir tu pasión tiene trampa.

    Ahí dejo el enlace por si alguien lo quiere leer: http://www.doctorarcega.com/pasion-trampa/

    Un abrazo y como te decía en un tweet, con muchas ganas de leer tus próximos libros. Seguro que son muy buenos.

    • Marina septiembre 29, 2015

      Te he comentado en tu artículo, pero no sé si ha salido 🙁 Muchas gracias por comentar y por lo de los libros, aprecio el apoyo. Y sí, todo está bien.

  3. Reyna Lissette Mena septiembre 29, 2015

    Te leo y me veo en la situación que comentas, es real porque lo he pensado. Actualmente trabajo formalmente en una oficina, pero a la vez, estoy empezando mi blog que a la larga deseo sea mi estilo de vida. Pero he pensado y me ha dado cierto temor: Es cierto que podré ser la dueña de mi tiempo (y eso si tengo éxito y logro independizarme en unos 12 meses o más) pero puedo extrañar el sentirme libre después de las 5 de la tarde, reunirme con los compañeros de trabajo y celebrar los cumpleaños, escuchar una felicitación de mis jefes cuando he solucionado bien, mostrarme ante mi familia como una profesional «exitosa» y sentirme merecedora de mis vacaciones anuales. Es completamente real y no se si nos pasa más a las mujeres (que puede ser) pero debemos saber manejar estos sentimientos y, como tú dices, agradecer lo que tenemos en el momento y tratar de ver lo más bonito que nos acompaña. Gracias por tus reflexiones y mostrarte tal como todos nosotros.
    Mi vida no es perfecta tampoco, tengo problemas que muchos llamarían «serios» pero he aprendido a vivir el día a día y hacerlo de una forma logrando que me sienta feliz 🙂

    • Marina septiembre 29, 2015

      Sí, como dicen los yankis, la hierba siempre es más verde al otro lado de la valla 🙂 Ánimo con tu proyecto y un abrazo.

  4. Mariana septiembre 29, 2015

    Querida Marina,

    Comparto totalmente que todos somos vulnerables aunque no lo compartimos y aunque lo hagamos depende solo de nosotros tomar las decisiones para sentirnos mejor. A veces solo hay que tener paciencia y esperar que pasen las nubes negras y no culparnos por nuestras limitaciones.

    Aunque no lo veamos el sol siempre está.

    La felicidad es la acumulación de buenos momentos y la conciencia para poder disfrutarlos.

    Gracias por compartir tus sentimientos!!!

    Abrazo de OSO!!!!

    • Marina septiembre 29, 2015

      AbrazOSO para ti también, Mariana! Muchas gracias por comentar.

  5. Alvaro septiembre 29, 2015

    Gracias por tu sinceridad y valor,para mostrar tambien tus «debilidades».Yo siempre me crei fuerte y autosuficiente.pero desde hace un tiempo que me vengo sintiendo bastante solo y queriendo hacer cambios urgentes,que la verdad no se como hacer y me desespera un poco.
    Me gustaria tener una pareja,hacer amigos verdaderos,tener un binculo mas cercano y de amor con mi familia.etc,etc
    como vez hay gente mas jodida que tu jaja
    por suerte como igual que a ti,me salva,por ahora la poca consiencia que tengo de saber que «todo pasa».
    bueno solo me queda agradecerte por toda la buena info que nos das para aprender hacer mejores y lo mejor es saber que aprendemos juntos.Gracias y fuerza en los malos momentos.como dice la frase de un cuento «Esto tambien pasara»

    • Marina septiembre 29, 2015

      Gracias por compartir, Álvaro. Sentirse solo es difícil y te entiendo. Yo también me siento muy desconectada a veces. Y me encanta ese cuento! Un fuerte abrazo.

  6. Andrés septiembre 29, 2015

    Hola Marina

    Gracias por compartir los altibajos de tu viaje.

    Es fácil llegar a pensar que las personas que leemos (sus blog) tienen vidas perfectas, sin realmente saber por lo que están pasando.
    Es agradable ver tu lado «más humano» en esas líneas.

    La verdad es que no eres la única que se siente así, hace un tiempo decidí emprender por mi cuenta, y aunque hay días en que lo llevo fenomenal, también hay días en los que me pregunto si realmente vale la pena, pues hay muchos obstáculos en el camino.

    En fin, me uno al #proyectorealismo, me parece una excelente iniciativa.
    Tendré que ser muy honesto conmigo mismo para hacerlo, pues resulta complicado aceptar ante los demás que no llevamos una vida perfecta.

    Apenas lo tenga listo te hago llegar el link 🙂

    Un saludo!

    • Marina septiembre 29, 2015

      Perfecto, Andrés! Te enlazo en cuanto lo tengas, muchas gracias por colaborar y ánimo con esa entrada! 🙂

  7. amvelandia septiembre 29, 2015

    Buuff Marina ¿qué le pasa a esta semana? yo me siento igual, de hecho hoy en mi blog subía una ilustración acompañada de la minireflexión que ha supuesto mi última mudanza (la cuarta en 3 años, y la tercera en ocho meses), puedes verla aquí https://amvelandia.wordpress.com/2015/09/29/mudarse-una-noria-emocional/
    y es que al final supongo que todo, no sólo una mudanza es una noria. Una atracción en la que alterno «me voy a comer el mundo» con «yo no valgo para esto» … y si no funciona, … y si me estoy equivocando, …y si…. Entonces la rueda vuelve a girar y estoy arriba contemplando lo más parecido al todo del que hablas, a la gran postal, y comprendo (mínimamente, perfeccionista que es una, y estamos trabajando en domesticar esta tara) que he crecido y he madurado y que hay hitos que para mi son gigantes, como atreverme a defender que soy ilustradora y diseñadora, que soy capaz y que una carrera (en el sentido de caminarla, vivirla y sufrirla) como arquitectura me ha formado y me habilita para ello. Una vez más mirando fuera en lugar de dentro…pero desde que te leí tu post me repito «soy suficiente» y funciona!! y no sé si ese es uno de los granitos de arena en la balanza de cosas positivas (de esas que hacen falta al menos 5 para equilibrar una crítica, aunque a mi a veces me parece q necesito alguna más, o alguna menos, según la profundidad de la herida).
    Me cuesta ver lo que he crecido porque me veo a diario, pero estoy segura Marina que desde que me sugeriste que fuera a la biblioteca para trabajar atascadísima como estaba, he crecido y mucho, a trompicones, sí…. con dolor, también, y tú tamibién has crecido, por dentro no lo puedo saber, pero por fuera desde aquel blog que descubrí has crecido, has evolucionado, tienes servicios, sigues con la escalada (hay cosas q nos dan más raíces que una casa en propiedad 😉 ayudas a gente…
    Así que yo te quiero dar las gracias, por haber cambiado mi vida, con algo «tan inocente» como un mail, y gracias por abrirte, sincerarte y ser suficiente y no perfecta.
    Un abrazo enorme

    • Marina septiembre 29, 2015

      Ay, qué bien que te funcionara lo de la biblio, ¿eh? Ya ha llovido desde entonces. Me ha gustado mucho el post, la ilustración es hermosa. Tienes mucho talento! Muchas gracias por hacerme ver mi progreso, significa mucho para mí y anima, de verdad.
      Lo de «ser suficiente» es un poco mágico, ¿verdad? A mí también me sirve… cuando me acuerdo 😉
      Un abrazo muy grande!

  8. Jorge septiembre 29, 2015

    ¿Has dicho «sin trampa ni cartón»? Oh, my God…
    Venga, ¿por qué no?
    Muchas mañanas me despierto antes del alba y no necesito mirarme en el espejo para saber que no estoy sonriendo. Años atrás podía despertarme a las 4 de la mañana y ponerme a leer, a escribir, a estudiar o lo que fuese que ocupara mi mente en ese momento con el entusiasmo y la energía de una dinamo humana, de una auténtica fuerza de la naturaleza. Pero eso hace mucho que pasó. No, ahora permanezco en la cama con la inequívoca sensación de que mi vida carece de sentido. Podría hojear cualquiera de los libros de Viktor Frankl que están al alcance de mi mano desde la cama, «El hombre en busca de sentido», «La voluntad de sentido» o «El hombre doliente»… pero ya los he leído todos. El tiempo avanza inexorablemente y a las 8:30 debo levantarme, preparar el desayuno y llevar a mi madre a «la memoria», como lo llama ella. «La memoria» es un centro en el que una neuropsicóloga y un fisio trabajan con personas afectadas por la enfermedad de Alzheimer. Durante el trayecto Noah, nuestro intrépido perrillo, levanta la pata junto a cualquier cosa vertical que se cruce en su camino para ladrar a continuación a cuanto perro ose atravesar su zona de control, aunque en realidad esté muerto de miedo. Mientras mi madre se queda en el centro yo aprovecho para ir al gimnasio y machacar el cuerpo, mi pequeña droga de diseño. De diseño propio: unos días pesas, otros bici estática, natación… Mientras pedaleo como si no hubiese un mañana me imagino que estoy subiendo una montaña, últimamente el K2 (he agotado los tresmiles del Pirineo). Es una pequeña catarsis. La sauna es un premio que solo me permito de vez en cuando al final del entreno. Esos 80 grados en penumbra y el silencio que suele reinar allí son una invitación a la introspección más íntima, y entonces soy capaz de mirar a la cara a mis demonios. Dejo que los pensamientos de derrota se vayan con el sudor, que fluye en forma de pequeños manantiales. Tarde o temprano se evaporarán y volverán a la atmósfera. Y luego, después de la ducha helada, me siento limpio, renovado, incluso optimista, capaz de dar un largo paseo con mi madre y Noah. Y hasta me doy permiso para imaginar que, algún día, esto cambiará.

    Bueno, todo esto que he contado es solo medio día, pero ya está bien…

    • Marina septiembre 29, 2015

      Hola, Jorge!
      A mí también me pasa lo de quedarme en la cama pensando que para qué me voy a levantar a hacer lo mismo… y me pasa incluso estando de viaje de escalada :/
      El Alzheimer es muy duro y siento que estéis pasando por eso.
      Tres abrazos para ti, tu madre y Noah 🙂

  9. Héctor septiembre 29, 2015

    Yo lo que peor llevo y a veces me hace sentir mal, es darme cuenta de que he dicho algo o hecho algo que ha podido sentar mal a los demás o perjudicarles. En ese tipo de situaciones me cuesta más abstraerme y quitarle hierro al asunto.

    Lo de simplificar y eliminar cosas molestas me gusta, salvo las que son necesarias. Por eso, aunque me gusta viajar, no suelo idealizarlo ni me emociona tanto yo creo como a otras personas. Cuando pienso en un viaje, lo equiparo a un montón de incomodidades: a veces prisas y estrés por pillar el avión, otras perder la maleta, dormir en una cama más dura, en peores condiciones, tal vez con más calor, poco espacio…etc Lo mejor del viaje es la vuelta, yo creo uno de los motivos por los que salgo de viaje. Aunque no ande muy acertado con el destino, sé que me encantará volver 😛

    Al hilo de lo que comentabas del esfuerzo, hay muchos trabajos en los que no se ve. El otro día leía a un informático quejándose de lo mismo, que con todas las horas que invertía en hacer un programa, la gente no lo apreciaba ni la mitad de la mitad.

    Si te sirve de algo, publiques más o menos, creo que tiene mucho mérito lo que haces. Eso por no decir el mérito que tiene sacarse una opo quedando en el número 12 de 3000 personas con un temario que abarca cualquier tema de la carrera de psicología, preguntando muchas veces al detalle. Es difícil de apreciar si no estás en el mundillo.

    Realmente, una de las claves, no para ser feliz, sino para no amargarse la vida creo que es comprender que hay pocas cosas que realmente necesitamos, el resto pueden ser interesantes pero no tienen la importancia que tienen las primeras. ¿Apuntar al cielo, pero marcar un nivel de exigencia con los resultados y con el reconocimiento a la altura de nuestro mundo? Igual no es la mejor forma de expresarlo, no sé si se entiende bien la idea. No quiero decir no ser exigente con el resultado, pero tampoco convertirlo en cuestión de vida o muerte.

    Me ha resultado muy familiar lo de volver a un lugar conocido y darme cuenta de que todo ha avanzado sin ti y ya no encajas en ese sitio,o al menos no como lo hacías antes. Y según te haces mayor poco a poco a veces tienes la sensación de que quedas fuera de algunas cosas. Me encanta este monólogo de Goyo donde comenta de forma humorística el asunto…seguro que sirve para reír un rato…es muy bueno 😀

    http://www.lasexta.com/programas/club-de-la-comedia/monologos/goyo-jimenez-noto-que-hago-mayor-efectos-desagradables-edad_2015090600108.html

    • Marina septiembre 29, 2015

      Hey, Héctor!
      Sí, estoy contigo en que es súper difícil quitarle hierro a esas situaciones 🙁 Y también soy de las que se suele alegrar de volver de viaje. La única vez que no me pasó fue en Cancún, en un hotel de esos de pulserita-te-lo-hacen-todo 😀
      Muchas gracias por apreciar lo del PIR. Fue infinitamente más fácil que lo que estoy haciendo ahora, por otra parte; más esfuerzo, sí, pero mejor dirigido y con un foco mucho más claro.
      Me ha gustado lo de «apuntar al cielo, pero marcar un nivel de exigencia con los resultados y con el reconocimiento a la altura de nuestro mundo».
      ¡Abrazos!

  10. Koi septiembre 29, 2015

    Hola mariana excelente artículo!
    Muchas gracias por compartir posts tan lindos.
    Leyendo los comentarios que te hicieron me encanta, admiro y me parece increíble que leas cada comentarios que a veces suelen ser bastante largos y contestes. 🙂
    Quiero que saques la novela la comprare con mucho gusto.
    Saludos desde Uruguay! 🙂

    • Marina septiembre 30, 2015

      ¡Hola, Koi!

      Los leo siempre, aunque no siempre contesto. Estoy tratando de hacerlo más a menudo, gracias por apreciar mi esfuerzo. Un abrazo fuerte en dirección a Uruguay 🙂

  11. Zulma septiembre 29, 2015

    Marina,
    Soy nueva en Psicosupervivencia. Conocí el sitio hace dos semanas y me ha encantado, porque me sentí conectada con la veracidad que transmite. Supongo que no debe ser sencillo ayudar a otros cuando no sabes muy bien cómo lidiar con tus cosas, y me imagino que tal vez uno llegue a descreer de lo que prédica. Me gustó la sencillez de tu descripción «Me gusta la gente», y por esa sensación amistosa y horizontal que estableces con tus lectores, en donde no nos ocultas nada ni te encumbras en cimas artificiales, fue que me enganché. Decidí suscribirme al minicurso de la vida jipi, y ha sido un placer. Me gusta para mí, y en este momento que estoy atravesando, también para otros que lo necesitan. Confieso que también me enganchó tu verborrea: yo soy de escribirle largas cartas a mis amigos (ya no tanto) y aunque valoro la síntesis y los aforismos, también me gusta la fuerza argumental de textos bien trabajados, o como dicen uds. En España, bien » currados». También me gusta escribirte dándote ánimo, porque no espero para seguirte leyendo, y además pocas veces lo hacemos con nadie a quien nunca hemos tratado!!
    Como escribías, mi vida también está lejos de ser perfecta. Ese post que vi de «Vete de casa» me caló hondo. Y me está ayudando a reflexionar en cosas que siempre he alejado de mi vida porque «la loca de la casa» (la mente) me considera incapaz.
    Gracias a ti por tu tesón, persistencia. Muchos necesitamos «autoayuda sin complejos».

    • Marina septiembre 30, 2015

      Muchas gracias, Zulma. Me alegro un montón de que te esté sirviendo el curso. Respecto al artículo de «Vete de casa», justo ayer me escribió un lector que lleva cuatro meses viviendo en su piso y que le da parte del mérito al post! Así que ya ves, se puede cambiar 🙂 Muchísimas gracias por reconocer mi esfuerzo y por tus amables comentarios. Un abrazo muy fuerte.

  12. Pedro septiembre 29, 2015

    Me gusta mucho este post, Marina. Tanto el mensaje de auto-honestidad que en él transmites, como la reciprocidad que genera en nosotros los lectores. Para mí es como una dosis de objetividad frente a las exigencias perfeccionistas.

    Para ser auto-honesto, confieso me siento «muy fastidiado» porque soy otro más de los que sufre por miedo a no ser capaz de encontrar pareja. Me está costando encontrar algo de paz es este aspecto porque la idea ha adquirido demasiado protagonismo en mi día a día. Quizás necesite una ración de autosuficiencia 🙂

    No queda otra que capear el temporal como se pueda. !Ánimo para todos!

    • Marina septiembre 30, 2015

      Hola otra vez, Pedro!
      Te entiendo muy bien, ya lo sabes. A veces simplemente nos sentimos mal y nos cabreamos y ya está, y eso no quiere decir que no seas autosuficiente, sino que eres humano 🙂 Espero que puedas establecer esa conexión especial que añoras y te mando un abrazo caluroso.

  13. Sara septiembre 29, 2015

    Hola Marina, gracias por lo que escribes¡

    sin trampas ni cartón…. vivo en una apariencia, y me di cuenta de que vivía en ella hace unos años al dejar mi trabajo. Aunque los psicólogos no son necesarios a veces, otras veces….otras veces les tenemos que poner un monumento, yo di ese paso gracias a mi ¨terapia¨ , digamoslo así. Estudié una carrera, Comunicación Audiovisual. Trabajé dos años en la tv de mi comunidad. Lo dejé porque no me sentía realizada, así sin paro ni nada, un drama en casa. Después, tuve paro y un año de mi vida sin hacer nada, pensando sobre todo y viendo la vida pasar.

    Al segundo año , ósea, el año pasado, me fui a Madrid, a bailar. Sí, aunque mi cuerpo no lo aparente porque no estoy delgada delgada, siento una pasión fuerte por la danza (también el cine, pero de este ámbito me olvido… ). Un año complicado, explotada en los trabajos que iban saliendo, con ayuda económica de mis padres….pero conseguí llegar a verano y hacer una formación para profesionales de la danza negra en Senegal. Dos meses estuve, es mi tercer año consecutivo en Africa, y pensando en poder tener dinero para volver. Ahora llego a España, a casa de mis padres, en Extremadura, que es muy dura…. sin trabajo en Madrid, sin un duro, con la idea de seguir formándome en la danza, pero con 27 años… la edad no me importa, tengo alguna cualidad, pero sí el dinero, y toda esa presión que siento al no ser una persona normal, al no tener nada estable, a no tener esa suficiente seguridad y coraje para afrontar algunos retos (porque si nadie apuesta por ti, es mejor empezar haciendo algo propio no?…. pues no soy capaz de empezar) al problema económico…. es una presión externa (familia, amigos, entorno…) pero sobre todo interna, porque mi cabeza no deja de meterse presión….. estoy tocando fondo, así lo siento. Me sorprende la vida, a veces estás arriba, otras abajo. Y de nuevo en el nido familiar, sin saber cómo comenzar… Se me olvida todo mi pasado, mis experiencias en los trabajos, en Africa, en la danza, en los cursos… se me olvida, y me infravaloro, no me veo capacitada para dar clases, pero luego veo a gente que las da que están menos preparadas que yo, me vengo abajo. Se me olvida la sonrisa, las ganas por cuidar mi alimentación ( el jamón puede ser tan adictivo como el chocolate…. estoy enganchada a ambos y he puesto algún kg desde que llegué), las motivación…. porque todo es motivación, la constancia se va haciendo poco a poco. Asi que, hay veces en los que no sé …. que tengo ganas de llorar, que discuto por todo, y además, tengo en mí un sentimiento de soledad muy arraiagado, en la que soledad interna me hace aislarme físicamente también. Me he puesto a leer un libro en el que se habla del narcisismo que ha surgido en la sociedad de hoy en día , se llama ¨La era del vacío¨ de Gilles Lipovetsky, y aunque me parece interesante , me lía mucho más, porque no sé si lo que soy es una narcisista, y no quiero serlo.

    Por momentos siento que estoy tocando fondo y solo sé que me iría lejos , empezando de cero cero, para respirar, para empezar a sentirme de nuevo, para trabajar y conseguir ahorrar un poco y para pensar en todo lo buena que soy…. Pero me pierdo en el comienzo, y sigo aquí.

    un abrazo,

    gracias de nuevo

    Sara

    • Marina septiembre 30, 2015

      Hola, Sara!
      Gracias por compartir tu realidad 🙂 Es duro eso que comentas. Entiendo bien la sensación de no haber hecho nada, de olvidar tus propios logros y preguntarte en qué has ocupado los últimos 27 (o 30, o 50) años. Pienso que eres muy valiente por haber realizado este cambio de rumbo profesional, y me doy cuenta del esfuerzo enorme que está suponiendo para ti.

      No conozco el libro que comentas del narcisismo, pero desde mi utilitarismo extremo 😉 te digo que si no te sirve para ser más compasiva y comprensiva contigo mismo, acercarte a la vida que quieres o sentirte suficiente, no tiene por qué ser verdad para ti. Las etiquetas es lo primero que se le quita a la ropa para usarla.

      Te mando toda mi fuerza 🙂

  14. María septiembre 29, 2015

    Marina,

    Te leo desde hace mucho mucho tiempo. Empecé mi propio proyecto personal este año y una de las personas que me inspiró fuiste tu. Estoy cumpliendo mi sueño, o por los menos dando pasos hacia él. También me siento vulnerable y sola. También intento escribir, aunque no me mueve tu pasión, me mueve la pasión por el pensamiento. Ante todo no dudes, no renuncies y riñete cuando reconozcas que no estås viendo el plano a lo grande para recuperar la perspectiva de la fortuna que tienes solo por ser tu.
    Si quieres echar un vistazo… http://www.filosofiautil.wordpress.com
    Un abrazo grande

    • Marina septiembre 30, 2015

      Qué buena idea la de tu blog, María, me encanta el proyecto. Me alegro de haberte inspirado. Me he sentido muy identificada con tu último post, con lo de estar todo el rato tomando decisiones y no tener muy claro para qué haces las cosas o cual es la dirección última. A mí me ha ayudado hacer un plan a dos años vista y resumir al máximo mis objetivos. El mío, por ejemplo, se resume en «vivir de escribir», y así todo lo que hago está orientado a vivir de escribir (y no a ganar suscriptores, «me gusta», etc). Me ha servido para tener una visión más a largo plazo e integrada.
      Un abrazo fuerte!

  15. Ainielle septiembre 29, 2015

    Buen artículo, aún mostrando tus vulnerabilidades sigues animándome a esforzarme para conseguir tener la vida que quiero. Yo también tengo épocas malas, épocas que van desde unos segundos hasta semanas enteras.
    El comentario es sobre todo para darte mi apoyo, para que veas que estamos aquí, leyendo tus artículos y aprendiendo y disfrutando con ellos.
    GRACIAS, un abrazo!

    • Marina septiembre 30, 2015

      ¡Muchísimas gracias por ese apoyo, Ainielle! Un abrazo enorme.

  16. mireia septiembre 29, 2015

    Para mí lo duro es trabajar largas horas cada día y que al final de la jornada te encuentres solo. Oir a las personas llenarse la boca con el amor y la amistad y que eso se concrete en una llamada una vez al mes «para quedar». Así son las amistades hoy? Por supuesto, no vamos a esperar conocer a alguien y que llame al día siguiente para saber cómo estás. Parece que somos objetos de consumo para un día y ya está y eso se está convirtiendo en la nueva normalidad.

    • Marina septiembre 30, 2015

      Estoy de acuerdo contigo, Mireia. La soledad es dura en todos los aspectos 🙁 Mucho ánimo y gracias por comentar!

  17. Rodando Caminos septiembre 30, 2015

    Me siento siempre tan identificada con lo que escribís !! Tengo que aceptar que lo primero que tengo que acomodar es la cabeza (en el buen sentido!), para estar en paz: que sin eso, no hay estilo de vida que alcance para hacernos sentir conformes con nosotros mismos.
    Siempre trato de usar como mantra tu «eres suficiente», pero no siempre lo logro. Igual gracias.
    Escribí un post para participar de este #proyectoRealismo 😉 Espero que te guste
    Saludos!!

    http://rodandocaminos.com/2015/09/sweet-freedom-dia-10-proyectorealismo/

    • Marina septiembre 30, 2015

      ¡Fantástico! Ahora mismo lo enlazo 😀 Un abrazo fuerte.

  18. Rosana septiembre 30, 2015

    Yo creo que es absolutamente fundamental que la gente muestre su vulnerabilidad y su parte de vida menos perfecta. Porque de lo contrario uno, que quisiera hacer lo que la persona con «éxito» hace quizás piense que él no tiene lo que hace falta para hacerlo. Esta persona puede creer que este «algo» es algo inherente en la persona como el color de los ojos o el pelo. Cuando eso no es así. Se necesita perserverancia y querer hacerlo.

    Es necesario hacer ver lo que la persona que intenta algo diferente está renunciando también a muchas cosas. La de veces que no me habrán dicho a mí en los últimos años que qué bien vivo, todo el día de aquí para allá, libre y tal. Lo que no saben es lo que hay detrás de eso, a lo que he renunciado (con gusto) y que a veces, he llorado como una niña pequeña por tener esa estabilidad que los que la tienen no valoran. Todo son opciones y toda opción tiene un coste.

    El ser más honestos con las luchas diarias que la creación de una vida de éxito supone (que para mí es una vida vivida como tú quieras vivirala). Esto también evitaría muchos prejucios, odios y problemas sociales.

    • Marina septiembre 30, 2015

      Toda la razón, Rosana. Me ha gustado mucho lo de que si no compartimos nuestras vulnerabilidades, la gente pensará que no «tiene lo que hay que tener». Y, tal cual: si yo, con mi despiste y mi ciclotimia, puedo hacerlo (o intentarlo, al menos), puede cualquiera 😀

      Un abrazo!

  19. Moni septiembre 30, 2015

    Marina… Que rollo!! Que impresión mostrarte tan vulnerable.. Me parece que es lo mas humano que podemos hacer en nuestro día a día, donde todos nos ponemos mascaras y fingimos que todo en nuestra vida es espectacular. Por ahí dicen que tenemos un exceso de pensamiento magico pendejo y es súper real.. de repente no nos permitimos estar tristes, enojados, que todo nos moleste y disfrutarlo, porque aunque se lee raro, también tenemos que disfrutar de esas cosas feas… Porque ya que nos cae el veinte, nos damos cuenta de que nuestra vida es bien chida.

    Yo me dedico a pintar mándalas, pinto unas sobre piedras que van con este mensajito…
    «Esta piedrita que particularmente elegiste es para recordarte lo que eres. Eres un ser hermoso lleno de sentimientos, un ser que puede reír o que puede llorar, que puede imaginar o que se puede deprimir.
    Cada vez que te sientas triste o feliz, observa muy bien esta mándala, para recordarte que estas vivo y que eres un patrón infinito de posibilidades y lo más importante de todo, QUE NO ERES UNA PIEDRA.
    Eres un ser lleno de luz, de amor y de sentimientos.
    Pase lo que pase recuerda bien que eres una mándala con un patrón hermoso de colores…Y recuerda, NUNCA te dejes convertir en una piedra.»
    Te dejo el mensajito porque no te puedo hacer llegar una piedra, pero si cierras tus ojitos puedes imaginar la mándala llena de colores y recordar que eres Marina, la jipi mayor que tiene muchos seguidores y que todos te amamos desde lejos y aunque no te conozcamos.

    Te mando un gran y cálido abrazo desde México!

  20. Aivlis septiembre 30, 2015

    Hola Marina. Me ha gustado mucho esta entrada. Soy una apasionada de la psicología y siempre me ha gustado entender el por qué funciono como funciono. Comprenderme me ayuda a aceptarme con todas mis caras, la bonita y la cara B. Desde que encontré tu blog habitualmente suelo leerte. Me gusta que no seas una psicóloga convencional y tus posts muchas veces me han dado mucha paz y calma. Me pareces muy auténtica, natural y tus posts lo reflejan. Me he sentido identificada en muchos puntos de esta entrada, me estoy curando del perfeccionismo jejeje,… me cuesta bastante gestionar mi frustración cuando la vida me presenta detalles molestos y el resultado es que frecuentemente estoy cabreada. Luego, cuando tengo mis momentos de lucidez, me río fuerte de todo y pienso que la vida 100% happy no es realista, es como de cartón piedra, no me la creo mucho. Por eso me gusta tanto tu frase de: hermoso mundo imperfecto de personas reales. Me encanta. Es la 1º vez que comento aquí, asi que, darte la enhorabuena por esos escritos que te curras y esa naturalidad y valentía con la que lo haces. LLegan!

  21. Isabel septiembre 30, 2015

    Me encanta! Sabes, este post me recuerda a todos esos blogs que a mi me encantan, de viajeros que dicen que un buen dia decidieron escapar de la «carrera de ratas» para vivir viajando y escribiendo..
    Creo que lo que deberiamos hacer es intentar apreciar todo lo bueno que tenemos, y como tu dices, asumir que la vida no siempre es de color de rosa.

    Creo tambien que es muy importante ver ese otro punto de vista mucho mas realista, y no solo esos posts de viajeros blogeros que parece que tienen una vida ideal.

    Y Marina, no te desesperes, animo, que queremos seguir leyendote!

  22. Ananda septiembre 30, 2015

    Me encanta tu post, Marina: rezuma honestidad, sinceridad. También siento que habla de neuras muy de tías. Y perdón por el topicazo sexista, ja,ja,ja,.

    Yo estoy igual que tú, pero justo en el lado opuesto: Estoy en la mitad de mi vida, he logrado los objetivos típicos: casa propia, trabajo estable, coche, independencia económica, libertad, aptitudes artísticas… hasta algunos dicen que belleza…, y sin embargo: Yo me «duelo» de mi soledad (no tengo una pareja, ni visos de tenerla, ni familia propia, ni la energía y el empuje de la juventud), estoy en esa etapa delicada de la vida que haces balance y tienes que «reprogramar».
    En cualquier caso, estemos cada uno donde estamos, con nuestro corazoncito y nuestra lucha, se ve que el dia a dia es idéntico. También siento que son neuras muy del mundo occidental y de la sociedad de consumo a la que nos empujan; incluidos los libros de autoayuda, por supuesto.
    Yo trato de hacer «terapia de presente» y me digo: Hoy, a día de hoy, estoy bien. Quizá mañana esté mejor; voy a hacer todo lo posible por intentarlo.
    Sin embargo, ayer, por ejemplo, se me iban cayendo las lágrimas en el metro por comerme el coco.
    De ahí que leer todos los comentarios sea tan reconfortante y tan sanador.
    Mucho ánimo, Marina. Nos tienes a los jipis. No estás sola. (Qué tremenda!)

  23. Eva septiembre 30, 2015

    Hola Marina!
    Me he sentido muy identificada contigo… Yo intento sacar adelante mi proyecto de consulta privada de psicología y es muy duro…es un camino de mucha soledad, donde al menos de momento, recibo muy poco refuerzo de fuera o reconocimiento… Emprender es duro, yo lo estoy aprendiendo ahora.
    Gracias por hablar de tu vulnerabilidad y por animarnos a compartir cómo somos realmente…me sumo al #proyectorealismo… 🙂
    Gracias y un abrazo muy fuerte!!

  24. Valeria octubre 1, 2015

    Creo, como seres humanos nos atrevemos a aburrinos de algo que al inicio nos parece increible. El punto está en cómo manejamos el día a día, en las sensaciones que logramos percibir o incluso de las lecciones que nos deje dicho día. El proyecto realismo no solamente es interesante, es a la vez perturbador (sin sonar grosera) Perturbardor, porque simplemente te hace salir de la realidad (buena o mala) en la que nos encontramos y te hace querer más, te hace realmente pensar en lo que hay, en lo que haz logrado conseguir hasta hoy y eso requiere mucho positivismo, casi como el que está plasmado hoy en tu escrito. Dan ganas de leer más y sin duda me uno al proyecto!!!

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